domingo, 3 de noviembre de 2013

Fundamentos de la Falange Nacional.

I.-Definición:  

La Falange Nacional es una cruzada que se impone instaurar en Chile un orden nuevo. Más que un simple Partido es una afirmación de fe en los destinos de Chile y una voluntad inquebrantable al servicio de la nacionalidad.

La Falange nacional fundamenta sus principios en el pensamiento cristiano. Para alcanzar sus fines hace un llamado a los chilenos, y pone en marcha todas sus energías espirituales.

II.-Tarea Nacional Esta Empresa Nacional está más allá de derechas y de izquierdas.

Nos hemos propuesto romper las divisiones artificiales que destruyen la Patria. Rechazamos las restauraciones imposibles y las revoluciones destructoras. Actuamos dentro del marco de las leyes y condenamos la violencia como medio de acción política.

III.- Por la dignidad del hombre.

La dignidad del hombre, su libertad y demás derechos naturales, son el valor supremo de la vida cívica. El Estado, la Sociedad y la Economía se organizan para facilitar el desenvolvimiento de la personalidad humana.

IV.- Marxismo y Fascismo.

Rechazamos el marxismo, concepción materialista y antirracional de la vida, que fomenta la lucha de clases, conduce a la tiranía y ha fracasado en sus experiencias. Rechazamos el fascismo y el nazismo, que exaltan la violencia, hacen al hombre esclavo del Estado, encienden antagonismos raciales y destruyen la paz y la libertad.

V.- Religión y Política.

Falange nacional, que inspira su acción en el pensamiento cristiano, rechaza toda confusión entre religión y política. La Iglesia y la religión están por encima de las luchas de los partidos.

VI.- Familia.

Defendemos la unidad y la estabilidad de la familia, célula básica de toda sociedad organizada. Rechazamos el divorcio y todo lo que debilite o destruya. La familia debe alcanzar su plena y justa expresión en el orden educacional, en el social y en el político. Debe tener los medios económicos para su desenvolvimiento. Para ello luchamos: a) por el salario familiar, b) por la propiedad familiar inalienable e inembargable; c) por la habitación económica e higiénica.

VII.- Propiedad, Capitalismo, Colectivismo.

Afirmamos que la propiedad es un derecho natural sometido en su ejercicio a las limitaciones que exige el bien de la colectividad. Condenamos el régimen capitalista, no el capital, como factor de producción que mantiene a las muchedumbres en la esclavitud moral y económica, y el sistema colectivista, que aniquila al individuo y destruye la iniciativa personal. Proclamamos el sentido humano de la economía.

VIII.- Sindicalismo, Corporativismo.

Defendemos la organización de los trabajadores sobre bases sindicales. Los sindicatos deben tener fines culturales, morales, sociales y económicos. La intervención de la política partidista destruye la misión de los sindicatos. Los sindicatos del trabajo y del capital integran las corporaciones. En su seno son posibles las soluciones de justicia en los conflictos sociales

IX.- Organización de la economía.

La economía debe ser dirigida. La iniciativa individual debe ser respetada, subordinándola al servicio de la comunidad. La economía se incorpora a la vida del Estado a través de las corporaciones. Propiciamos la corporación de un Consejo Nacional de Economía, como un paso hacia la economía nueva. La organización corporativa permite dar una dirección a la vida económica, evitándose la anarquía individualista y la absorción de todas las actividades por el Estado.

X.- Trabajo y Salario.

Proclamamos el valor humano del trabajo y su sentido moral y no puramente material. Luchamos: a) por el salario justo b) por la participación en las utilidades; c) por un progresivo acceso a la propiedad de las empresas por quienes trabajan en ellas; d) por todo lo que signifique dar el trabajo una situación de justicia en el proceso económico. Todo chileno tiene el derecho y el deber de trabajar.

XI.- Estado.

El Estado es el representante de la nación y el propulsor del bien común. Luchamos por una democracia orgánica, autoritaria a la vez que respetuosa de la libertad. Los ciudadanos deben incorporarse al Estado, a través de sus funciones familiares, municipalidades y corporativas.

XII.- Provincia.

Efectiva descentralización administrativa y económica y fortalecimiento de la vida provincial de acuerdo con las condiciones geográficas y con las realidades de la producción de nuestro país. Todo ello dentro de la unidad política de nuestro destino como nación.

XIII.- Producción.

La producción nacional debe tener un ritmo de intensidad tal que el trabajo y el suelo rindan el máximo de sus posibilidades. La riqueza obtenida debe ser distribuida de acuerdo con un inquebrantable espíritu de justicia social: ella tiene como primer destino el mejoramiento de las condiciones de vida de todo el pueblo chileno.

XIV.- Reforma Agraria.

La tierra es el fundamento de nuestro bienestar. La reforma agraria es indispensable. Esta reforma tenderá al enriquecimiento agrícola por los siguientes medios: a) Extensión de las superficies del cultivo, aprovechando las tierras del norte y del sur; b) impulsando un tipo de cultivo racionalizado y científico que aumente que aumente el rendimiento y devuelva a las tierras las energías perdidas; c) perfeccionado la enseñanza agrícola; d) estableciendo condiciones que permitan al agricultor la venta de sus productos a precios remunerativos.

XV.- Por los Campesinos de Chile.

Redención moral y material de la población campesina. Amplia y efectiva subdivisión de las tierras y políticas de colonización. Arraigo a la tierra por los siguientes medios: acceso a la pequeña propiedad; justa remuneración para los trabajadores del campo; habilitación sana; crédito a bajo interés; cooperativas agrícolas.

XVI.- Industria.

Impulso a las actividades industriales. Chile está llamado a tener situación preponderante en la vida industrial de Hispanoamérica. La política aduanera y monetaria ha de servir al desenvolvimiento industrial sin que ello signifique cargas injustas para el consumidor.

XVII.- Minería.

Chile es un país de tradiciones mineras. Protección a la minería por parte del Estado por medio del crédito y de la ayuda al pequeño minero. Hay que exigir a las grandes empresas que dejen en Chile un margen razonable de sus beneficios y mantengan su influencia en el plano estricto de su explotación industrial sometiéndose en todo a las leyes chilenas.

XVIII.- Educación.

La educación es la tarea fundamental para construir el futuro de Chile. Ella debe ser la primera preocupación del Estado y del Gobernante y ha de organizarse sobre la base del respeto al derecho de la familia en la educación de los hijos. Libertad de enseñanza. La educación debe estar orientada por los principios de la doctrina y de la moral cristiana, y por un sentido nacional profundo.
Ha de crear en cada chileno un espíritu constructivo, sin que ninguna capacidad se pierda por falta de medios económicos.
En la primaria responderá a las necesidades del trabajo y de la región; creándose tipos diferenciados de escuelas primarias, especialmente en la escuela rural.
A una juventud sin perspectiva de trabajo independiente y remunerador, enfrentada hoy casi exclusivamente a las posibilidades estériles de un excesivo burocratismo, la enseñanza técnica ofrecerá campos amplios para construir el factor humano de eficiencia técnica que requiere nuestra economía, elaborándose al mismo tiempo su propio y libre destino.
La educación secundaria tendrá una orientación humanística científica, la cultura y la capacitación profesional.
El magisterio debe ser dignificado como corresponde a su alta misión social.

XIX.- La mujer.

Proclamamos la excelsitud de la misión de la mujer en la familia y en la sociedad. Rechazamos las doctrinas que colocan a la mujer en una situación de inferioridad. Rechazamos también todo aquello que la aparte de su misión natural. La legislación le debe protección en todos los órdenes de la vida. El Estado ha de reconocer los derechos de la mujer.

XX.- Defensa de la vida.

Una amplia política de salubridad ha de defender nuestra raza y ha de sacarla de su postración actual. Esta política debe orientarse en un sentido preferentemente preventivo, y poner su acento especialmente en el problema de la alimentación. Esta tarea corresponde tanto a los organismos estatales como a los de prevención, que actuarán estrechamente coordinados. Debe efectuarse una política de inmigración, tomando en cuanta nuestras condiciones sociales y geográficas.

XXI.- Administración.

Afirmamos que la administración de justicia constituye uno de los fundamentos básicos del orden de una nación.
Propiciamos la generación del Poder Judicial en forma de que, con prescindencia de todo otro criterio que no sea el estrictamente técnico, abra camino a los más aptos y estimule en las universidades y en los profesionales, el desarrollo de auténticas vocaciones.
Señalamos las necesidades de descentralizarlo, adaptándolos a los diversos problema s y necesidades del país, y de fijar a sus miembros las remuneraciones exigidas por la importancia de sus funciones y por los fines exigidas por la importancia de sus funciones y por los fines antes propuestos.
Propiciamos la revisión y simplificación de nuestras leyes procesales a fin de hacer más rápida y barata la tramitación de los juicios.

XXII.- Fuerzas Armadas.

Las Fuerzas Armadas son expresión de las tradiciones chilenas. Deben estar en un alto plano de eficiencia y dignidad y guardar intimo contacto con la labor civil y social del Estado.

XXIII.- Política Internacional.

Proclamamos la unidad de destino entre los pueblos hispanoamericanos. Una tarea de acercamiento en los planos cultural y económico estrechará los lazos de hermandad entre las naciones de Hispanoamérica, llamadas por su tradición y por la comunidad de sus intereses a una misión histórica solidaria.

XXIV.- Sentido de nuestro llamado a los Chilenos.

Para la construcción de este orden nuevo. Falange Nacional no pide una adhesión pasiva a un programa sin vida: exige una fe inquebrantable en el destino de la Patria. Sacrificio y abnegación son los sellos distintivos de nuestra cruzada de justicia y de hermandad

domingo, 25 de agosto de 2013

ROSA MARÍA PAYÁ LE HABLA LOS DEMÓCRATAS CRISTIANOS DE AMÉRICA



Señor presidente de ODCA, señores candidatos presidenciales, hermanos cubanos, queridos amigos todos.
Gracias a ODCA por la invitación y por el apoyo valiente que ha significado a la causa de la verdad y los derechos para Cuba. Gracias por el reconocimiento reciente a toda la delegación #cubana, son muchos los que en mi país han entregado sus vidas a la causa de la libertad que como el Sr. Ocejo nos recordaba es la causa de la felicidad.
“Estos son momentos de peligros y esperanzas para Cuba. La falta de libertad y derechos mantiene sumergido al pueblo en grandes desventajas. El Gobierno complica la situación porque se niega a la apertura democrática y mientras los cubanos quieren cambios verdaderos y transparencia, se les impone el fraude” alertó mi padre mientras recordaba que:
“Ahí permanecen los mecanismos represivos y de vigilancia de los ciudadanos, la dependencia total y obediencia de los tribunales al grupo de poder y a sus ordenanzas, la crueldad en las cárceles, los sistemas de control, las concepciones y prácticas de exclusión y señalamiento o fichaje, el cerco que las leyes antiderecho y antidemocráticas mantienen sobre el ciudadano, el despotismo, la falta de instrumento democráticos para que los ciudadanos decidan y finalmente el propio grupo de poder aún se sitúa por encima de sus propias leyes y con todos los privilegios más que señoriales.
Por otra parte la pobreza crece y se profundizan las diferencias, bajo el simulacro de apertura económica. También el culto a la personalidad y la concreción de sucesión dinástica se afirman con la negación de los derechos civiles y políticos a los cubanos. Estos factores son componentes del régimen totalitario que ha causado y sigue causando un severo daño a las personas, un daño antropológico. Permanece la contradicción antagónica entre el régimen y la libertad y los derechos de los ciudadanos. ¿Qué cambió entonces? ¿O que está cambiando en Cuba?: la gente”
Esa gente no quiere pasar del comunismo salvaje al capitalismo salvaje, ni quiere cambios a lo ruso o a lo chino, la gente de Cuba queremos participar en la construcción de nuestro futuro y ser felices.
Hace dos meses, después de 54 años, ante el fracaso evidente, el gobierno ha acusado al pueblo de no tener “honestidad, […] decencia, […] vergüenza, […] decoro, […] honradez y […] sensibilidad” y ha amenazado con tomar medidas coercitivas. Mas no se han referido a las torturas ni a la repatriación forzosa de emigrantes cubanos en un campo de concentración en las Bahamas. Ni se han expresado sobre los brotes epidémicos de dengue y cólera, como antes de polineuritis, ni a estadísticas serias sobre la expansión del VIH en Cuba, ni de la tasa de suicidio y crímenes domésticos, ni de los casos de negligencia médica, ni del aborto como método anticonceptivo, ni de las muchas otras expresiones de la “cultura de la muerte” en la Isla. Como tampoco han anunciado aun el contrabando de barcos mercantiles con municiones y armas en plena operatividad, transgrediendo la seguridad nacional de un país hermano como Panamá, violando varias resoluciones de Naciones Unidas sobre la dictadura de Corea del Norte, y poniendo en riesgo vidas humanas inocentes.
El gobierno cubano no es legítimo, como no lo es el gobierno venezolano y no lo serán porque los presidentes del mundo les den la mano a los impostores en el poder, y mucho menos lo serán porque encabecen organizaciones regionales como la CELAC, como es el caso del dictador cubano, para vergüenza de América Latina. La legitimidad la entrega el pueblo en las urnas, en elecciones libres, en un ambiente de respeto y seguridad. Todos sabemos que eso no fue lo que ocurrió en abril en Venezuela y todos sabemos que eso no ocurre en Cuba desde hace más de 60 años.
Por eso creo que nuestro desafío como familia demócrata cristiana reside en mirar a los pueblos antes que al poder, al ser humano que vive y que sufre del poder cuando este no está al servicio de la sociedad. Sino que fragmenta y enferma a la sociedad para perpetuarse. Lo estamos viendo en algunos de los países de nuestra américa que a la vuelta de una década se encuentran divididos en torno a populismos, cuya mayor coincidencia es la obstinación con que se aferran al poder. También coinciden en su abrazo con los dictadores de Cuba.
Los valores humanistas de defensa de la vida, la verdad, la libertad económica sostenible y solidaria, la equidad, el medio ambiente y la fraternidad, nos reúnen hoy. Los presupuestos que defendemos no responden a un fundamentalismo ideológico, mas sí son una propuesta radical que necesita de partidarios firmes. Requiere de espíritus fuertes y libres que no se acomplejen ante el poder o ante la moda o ante la tendencia o ante las aparentes mayorías. Otras fuerzas y lenguajes poco coherentes con la democracia han demostrado no tener reparos en mostrarse aliados. Entiendo que nuestra opción implica tomar parte por los pobres de la Tierra, que en nuestra región, son muchos y son también esos que ni tan siquiera pueden decir que son pobres, porque un gobierno ha secuestrado todos sus derechos.
Yo también creo en el proyecto humanista cristiano como una alternativa real y efectiva a la llamada crisis de desorientación que parecen sufrir nuestras sociedades. El mundo se confunde con epítetos que otros nos han puesto, esos que llenan de matices negativos el término conservador, o nos contraponen a las llamadas fuerzas progresistas. No me parece que tengamos que definirnos a partir de códigos que otros intereses han impuesto, el mensaje encarnado de la opción humanista cristiana es lo nuevo y renovador en un mundo que ha desplazado al ser humano del centro de sus prioridades. En palabras de mi padre: “ni el estado ni el mercado, pueden estar por encima de los derechos, la voluntad y las libertades de las personas”.
Por favor no abandonen, no abandonemos a quienes en América y fuera de ella, desde posiciones de peligro luchan por los mismos conceptos que hoy nos reúnen. No sin sufrimientos, soy testigo de lo que un tirano puede hacer cuando siente que han abandonado a quien se le opone, cuando siente que su oponente está solo. Mi padre, como Caldera, como Adenauer, pensaba que: “Los derechos no tienen color político, ni de raza, ni de cultura. Tampoco las dictaduras tienen color político. No son de derecha ni de izquierda, son sólo dictaduras” y también recordó que: “los cubanos no hemos escogido el camino pacífico como una táctica, sino porque es inseparable de la meta de nuestro pueblo. La experiencia nos dice que la violencia genera más violencia y, cuando los cambios políticos se realizan por esa vía, se llega a nuevas formas de opresión e injusticia”. Como dolorosamente ilustran los cientos de muertos de esta semana en Siria y Egipto.
La mayor parte de la oposición pacífica cubana coincide en defender la hoja de ruta del Camino del Pueblo, esperamos su solidaridad con las demandas de esta propuesta. En ese marco miles de ciudadanos cubanos solicitamos su apoyo en nuestro reclamo de plebiscito de la iniciativa legal del Proyecto Varela. No buscamos otro caudillo que sustituya a un dictador, tenemos una solución propositiva e inclusiva que espera su solidaridad. Necesitamos de su ayuda para detener la represión violenta de la seguridad del estado del gobierno cubano contra los miembros del movimiento democrático cubano, para poder seguir luchando por los cambios reales. El reconocimiento de toda la verdad es esencial para el proceso de reconciliación de la transición a la democracia que buscamos. Necesitamos de su ratificación de la exigencia de una investigación independiente que aclare las circunstancias del atentado contra mi padre y Harold Cepero, para ayudar a eliminar la sensación de impunidad que el gobierno cubano posee y con la que continúa reprimiendo cada vez con mayor violencia.
La transformación esencial es la que se está produciendo en las mentes y los corazones de los cubanos. Es hora de comenzar el proceso de reconciliación que todos anhelamos, porque lo que queremos es vivir en armonía y en libertad. Hace mucho tiempo que el pueblo dejó de confiar en el régimen y a pesar de la represión y la apatía cada vez menos cubanos se dejan dominar por el miedo.
El 5 de Diciembre de 2011 mi padre les recordaba en un mensaje a esta organización que: “ya han habido muchas conjeturas, postulados y ejercicios intelectuales. Ya se hicieron muchos. Ahora para ustedes debe ser el tiempo de la solidaridad con Cuba, con nuestras demandas:
¡Queremos todos los derechos. Esos son los cambios que queremos!
¡Ahora los cubanos vamos a exigir el cambio verdadero, ahora vamos a luchar por las elecciones libres”, a través del plebiscito!
Creo que los fenómenos autoritarios que se han generado en nuestra región demuestran que lo que ustedes hagan por la libertad del pueblo cubano será una apuesta por el bien de la América toda.
Dios nos ayude a todos
Muchas Gracias

jueves, 4 de julio de 2013

Sofía Jesús Contador Aldana



Sofía Jesús nació el 24 se Mayo de 2013 en el Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en la ciudad de Santiago de Chile.
 Su madre es Ingrid Annabella Aldana Marroquín, Maestra de Educación Pre-primaria, de nacionalidad guatemalteca y su padre Braulio Ariel Contador Peña.

martes, 7 de mayo de 2013

Colegio de Cirujano Dentistas pide mayor regulación en el sistema universitario en la víspera de la convocatoria de la Confech.


La Orden, respetando todas las sensibilidades existentes en su seno, considera que la desregulación universitaria está afectando seriamente el ejercicio de la profesión y a los jóvenes que deciden estudiar la carrera, lo que es especialmente grave en el caso de las carreras de la salud, como Odontología.
El texto íntegro de la declaración pública es el siguiente:

1-      El Colegio de Cirujano Dentistas, respetando todas las sensibilidades existentes en su seno, considera que la desregulación universitaria es uno de los grandes problemas de la Odontología chilena en la actualidad, que está afectando seriamente el ejercicio de la profesión, a los jóvenes que deciden estudiar la carrera y, en definitiva, al compromiso con una atención odontológica de calidad que ha sido el sello histórico de nuestro país.

2-      Esta situación es especialmente grave en el caso de las carreras de la salud, como Odontología, por los efectos que tiene el ejercicio de la profesión en la vida de las personas.

3-      Por ello, el Colegio ha levantado la exigencia de la acreditación obligatoria de la carrera de Odontología y el Examen Nacional obligatorio para todos quienes egresen de las universidades chilenas, como una forma de cautelar que los dentistas que ejerzan en el país sigan siendo profesionales de excelencia, como ha sido desde el nacimiento de nuestra carrera.

4-      Del mismo modo, consideramos inaceptable la existencia de 34 escuelas de Odontología del país, puesto que ellas no corresponden a las necesidades reales de Chile, sino a las demandas de un mercado que posee información incompleta sobre la saturación del campo laboral.

5-      Por ello, y ante la convocatoria realizada por la Confech a los Colegios Profesionales de la salud, el Colegio de Cirujano Dentistas comparte con ellos la necesidad de generar espacios de discusión que permitan realizar las transformaciones que requieren nuestros sistemas de educación y salud. Junto con todas las demandas planteadas, exigimos que se devuelva la colegiatura obligatoria a todas las profesiones y, con ella, la tuición ética.

6-      Expresada la convicción del Colegio de Cirujano Dentistas de Chile sobre la situación de la educación universitaria, dejamos a nuestros colegiados en libertad de acción para que puedan evaluar sumarse a las convocatorias realizadas para este miércoles 8 de mayo.

Colegio de Cirujano Dentistas de Chile A.G.

domingo, 3 de febrero de 2013

Elecciones Nacionales del PDC. También mirémonos hacia adentro






Nuestro Partido entró, nuevamente, en una dinámica electoral que parece incontenible. A pesar de los llamados de muchos y muchas militantes no parece posible buscar una solución consensuada en la estructura nacional y dedicarnos a reorganizar y reencantar a nuestra base militante aprovechando el "envión" que nos dieron las últimas primarias que zanjaron el nombre del Candidato Presidencial del Partido Demócrata Cristiano. No, la tendencia es ir "si o si" a una competencia interna superestructural que, en definitiva, designará a quienes dirigirán la participación del Partido en lo que se supone será una nueva oportunidad de ser parte de un futuro Gobierno Nacional.

Dado este escenario, me parece que una plataforma partidaria basada en el apoyo fuerte y claro, sin claudicaciones ni negociaciones a nuestro candidato presidencial camarada Claudio Orrego Larraín y reflotar con fuerza los postulados presentes en los "Acuerdos del V Congreso Ideológico y Programático de la Democracia Cristiana" deberían ser la base de una propuesta coherente para dirigir nuestro Partido.

El V Congreso del PDC es un claro plan de ruta y un mandato que las bases partidarias han instituido y que, por conveniencias individuales, ha sido postergado.

Dicho congreso es rico en cuanto a la concepción de País que queremos y plantea cuales son los cambios necesarios en cuanto a la Ley Minera, Reforma Constitucional, Democracia, Participación Ciudadana, Descentralización efectiva, Relaciones Laborales, Emprendimiento, Salud, Educación, Familia, Inclusión, Relaciones internacionales, Seguridad ciudadana, Cultura, etc. Incluso muchos de ellos han sido recogidos como "novedad" por otros candidatos presidenciales.

Pero también plantea temas que a muchos dirigentes les incomoda y éstos aparecen cuando se menciona a "Chile en el corazón de la DC" 
(Acuerdos del V Congreso Ideológico y Programático de la Democracia Cristiana, Arts. 153 al 170)

Plantear una Candidatura interna en el PDC, de carácter nacional, no puede obviar nuestra organización interna, nuestra convivencia y la manera como hacemos política. Mirar como funciona nuestro Partido le da a las personas una idea de lo que pretendemos hacer con el País. La falta de una orgánica clara hace que las decisiones individualistas u oligárquicas tengan un peso mayor frente a las de la gran mayoría de la militancia.

Las bases militantes del PDC, luego de "escuchar" al pueblo de Chile nos dieron un mandato que implica buscar mayor ética y lealtad con los principios, unidad interna, ser vanguardia en la reforma de los partidos, elegir a las mejores personas para ser candidatos y candidatas, renovación de los liderazgos poniendo fin a la reelección indefinida, mayor autonomía regional y local, saber quienes somos y donde estamos con un padrón transparente que diferencie militantes adherentes y voluntarios/as, que nuestros militantes respondan a la complejidad y diversidad de la sociedad actual, tener un Partido abierto, inserto en la base social, profesional para responder a las nuevas realidades y gestionado eficientemente. Que sea un Partido moderno desde su Matriz histórica y relacionado con colectividades y organizaciones afines a nivel internacional.

Dicho mandato incluye, urgentemente una renovación de nuestros Estatutos. Solo una norma que nos haga "iguales" estemos donde estemos logrará que la Democracia Cristiana sea el partido que sus militantes añoran y que Chile, con urgencia, necesita.

Braulio Contador Peña
Militante de Peñaflor

Peñaflor, Febrero de 2013.-






domingo, 27 de enero de 2013

Carlos Peña en El Mercurio: "Cuba, la UDI y el PC

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El Rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña, a partir de las protestas de la UDI por visita de Raul Castro, desidió dedicar su columna de hoy a los muchachos de la UDI y del PC.
En dicho escrito señala:
"Lo más notorio de esta semana -inserciones en los periódicos, protestas frente a la embajada, aspavientos de variada índole- fueron los reclamos de la UDI.
¿Tiene razón la UDI al reclamar a Castro -a Raúl, puesto que la herida del tiempo ya derrotó a Fidel- por la protección que ha prestado a los que acecharon primero y dispararon luego contra Guzmán?
Una de las reglas más viejas de la ética enseña que ella debe ser universal y nunca depender de circunstancias particulares. Si se reclama castigo por la muerte de Jaime Guzmán en tanto Jaime Guzmán (es decir, en razón de ser él el sujeto que fundó la UDI y con el cual los actuales dirigentes reconocen una relación discipular y de amistad) ese reclamo no posee mayor valor moral. Las reglas de la ética deben ser universales, es decir, aplicarse a cualquier ser humano que se encuentre en las circunstancias del caso. Fue lo que enseñó -no está de más repetirlo- Kant y lo que, en algún sentido, dijo Cristo cuando aconsejó no hacer a los demás lo que no querrías te hicieran a ti (Mateo 7.12).
El reclamo de la muerte de Guzmán, entonces, no debe fundarse en los afectos que sus discípulos sienten hacia él (puesto que esos afectos son particulares), sino en el simple hecho de que Guzmán era un ser humano y su vida intangible al margen de su desempeño (harto discutible si se atiende al hecho que justificó un régimen que violó con esmero los derechos que ahora sus amigos reclaman).
Es seguro, sin embargo, que hoy día los integrantes de la UDI aceptan lo anterior: la intangibilidad de la vida humana y, como consecuencia, la proscripción de cualquier forma de atentado en contra de ella con prescindencia de las circunstancias. Es probable entonces que reclamen por la impunidad del crimen de Jaime Guzmán no por ser Jaime Guzmán la víctima, sino porque, en su opinión, ningún ser humano merece morir asesinado de la forma en que Guzmán lo fue.
Bien.
Pero si lo anterior es así (si los amigos y partidarios de Guzmán se han vuelto repentinamente kantianos) entonces deben hacerse a sí mismos un reproche retrospectivo: porque durante décadas esgrimieron circunstancias particulares para justificar o excusar, con relatos y pretextos de variada índole, los crímenes que se cometieron en dictadura, y sólo muy tardíamente (cuando era tan evidente que casi carecía ya de todo mérito, como fue el caso del ministro Chadwick) reconocieron que habían estado, durante casi toda su vida política, respirando y defendiendo un gigantesco error.
Así, entonces, cuando la UDI paga insertos en los periódicos, vocifera frente a la embajada de Cuba y hace aspavientos de variada índole, en algún sentido los hace también contra sí misma y la increíble indolencia y el triste papel que sus dirigentes ejecutaron cuando negaban los crímenes de la dictadura, los justificaban o los relativizaban.
Y lo que le ocurre a la UDI le ocurre también, al revés, al Partido Comunista.
Los comunistas fueron víctimas de la dictadura -se les torturó, hizo desaparecer y, cuando subsistían, se les exilió- de manera que saben en carne propia de qué se trata el abuso. Y cuando reclaman contra los crímenes que padecieron en la dictadura lo deben hacer no en razón de ser comunistas las víctimas, sino en razón de ser simples seres humanos que no merecían, bajo circunstancia alguna, al igual que Guzmán, ser asesinados o desaparecidos.
Bien también.
Pero si ese es el caso -si los comunistas también se han vuelto kantianos-, entonces, ¿qué explica el silencio que guardan frente a los abusos de variada índole que padecen los cubanos, carentes de la amplia gama de libertades políticas que son propias de la democracia? ¿Por qué lo que era malo de hacer a los opositores a Pinochet, no es malo de hacer a los opositores a Castro?
No cabe duda. Cuando se esgrime una razón moral ha de invocarse una condición aplicable a todos (¿verdad, senador Larraín, ministro Chadwick, senador Coloma? ¿Verdad, diputado Tellier?) y no sólo a los amigos."

http://blogs.elmercurio.com/reportajes/2013/01/27/cuba-la-udi-y-el-pc.asp