domingo, 3 de febrero de 2013

Elecciones Nacionales del PDC. También mirémonos hacia adentro






Nuestro Partido entró, nuevamente, en una dinámica electoral que parece incontenible. A pesar de los llamados de muchos y muchas militantes no parece posible buscar una solución consensuada en la estructura nacional y dedicarnos a reorganizar y reencantar a nuestra base militante aprovechando el "envión" que nos dieron las últimas primarias que zanjaron el nombre del Candidato Presidencial del Partido Demócrata Cristiano. No, la tendencia es ir "si o si" a una competencia interna superestructural que, en definitiva, designará a quienes dirigirán la participación del Partido en lo que se supone será una nueva oportunidad de ser parte de un futuro Gobierno Nacional.

Dado este escenario, me parece que una plataforma partidaria basada en el apoyo fuerte y claro, sin claudicaciones ni negociaciones a nuestro candidato presidencial camarada Claudio Orrego Larraín y reflotar con fuerza los postulados presentes en los "Acuerdos del V Congreso Ideológico y Programático de la Democracia Cristiana" deberían ser la base de una propuesta coherente para dirigir nuestro Partido.

El V Congreso del PDC es un claro plan de ruta y un mandato que las bases partidarias han instituido y que, por conveniencias individuales, ha sido postergado.

Dicho congreso es rico en cuanto a la concepción de País que queremos y plantea cuales son los cambios necesarios en cuanto a la Ley Minera, Reforma Constitucional, Democracia, Participación Ciudadana, Descentralización efectiva, Relaciones Laborales, Emprendimiento, Salud, Educación, Familia, Inclusión, Relaciones internacionales, Seguridad ciudadana, Cultura, etc. Incluso muchos de ellos han sido recogidos como "novedad" por otros candidatos presidenciales.

Pero también plantea temas que a muchos dirigentes les incomoda y éstos aparecen cuando se menciona a "Chile en el corazón de la DC" 
(Acuerdos del V Congreso Ideológico y Programático de la Democracia Cristiana, Arts. 153 al 170)

Plantear una Candidatura interna en el PDC, de carácter nacional, no puede obviar nuestra organización interna, nuestra convivencia y la manera como hacemos política. Mirar como funciona nuestro Partido le da a las personas una idea de lo que pretendemos hacer con el País. La falta de una orgánica clara hace que las decisiones individualistas u oligárquicas tengan un peso mayor frente a las de la gran mayoría de la militancia.

Las bases militantes del PDC, luego de "escuchar" al pueblo de Chile nos dieron un mandato que implica buscar mayor ética y lealtad con los principios, unidad interna, ser vanguardia en la reforma de los partidos, elegir a las mejores personas para ser candidatos y candidatas, renovación de los liderazgos poniendo fin a la reelección indefinida, mayor autonomía regional y local, saber quienes somos y donde estamos con un padrón transparente que diferencie militantes adherentes y voluntarios/as, que nuestros militantes respondan a la complejidad y diversidad de la sociedad actual, tener un Partido abierto, inserto en la base social, profesional para responder a las nuevas realidades y gestionado eficientemente. Que sea un Partido moderno desde su Matriz histórica y relacionado con colectividades y organizaciones afines a nivel internacional.

Dicho mandato incluye, urgentemente una renovación de nuestros Estatutos. Solo una norma que nos haga "iguales" estemos donde estemos logrará que la Democracia Cristiana sea el partido que sus militantes añoran y que Chile, con urgencia, necesita.

Braulio Contador Peña
Militante de Peñaflor

Peñaflor, Febrero de 2013.-