viernes, 26 de febrero de 2010

DECLARACIÓN PÚBLICA PARTIDO DEMÓCRATA CRISTIANO DE CHILE


PARTIDO DEMOCRATA CRISTIANO
Presidencia

1.- El Partido Demócrata Cristiano de Chile deplora profundamente el trágico fallecimiento del disidente cubano Orlando Zapata Tamayo y condena con la mayor energía las dolorosas circunstancias de su muerte en protesta por su libertad y le expresa a su familia sus más sentidas condolencias por tan lamentable pérdida.

2.-El PDC demanda de las autoridades del gobierno de Cuba, la inmediata liberación de todos los detenidos políticos encarcelados en Cuba y les expresa su total apoyo y solidaridad.

3.- El PDC insta al gobierno de Cuba a respetar los Derechos Humanos, las libertades públicas y las garantías individuales de sus ciudadanos en el marco de la democracia, el pluralismo , el respeto a la tolerancia y la diversidad e impulse un franco proceso de democratización institucional que permita la consolidación del sistema de democracia representativa en dicha Nación.

4.-El PDC demanda de la OEA y los órganos regionales del Sistema Interamericano exigir de las autoridades del gobierno de Cuba el efectivo e irrestricto cumplimiento a las normas de la Carta Democrática de la OEA que ponga término a toda forma de represión política y a la violación de los Derechos Humanos en ese hermano país.

5.- Instamos a nuestro gobierno a representar esta situación en los organismos internacionales correspondientes, a fin de lograr el pleno respeto de los derechos Humanos en Cuba.


DIRECTIVA NACIONAL
PARTIDO DEMOCRATA CRISTIANO DE CHILE


Santiago, 26 de Febrero 2010

Diputada Carolina Goic y Senador mariano Ruiz-Esquide: Declaración Pública sobre muerte disidente cubano Orlando Zapata Tamayo

Declaración Pública

A través de esta declaración deseamos expresar nuestra más clara y firme condena a la violencia institucional que acabó con la vida del joven dirigente cubano Orlando Zapata Tamayo. No es tolerable para la conciencia humanista, democrática y libertaria de nuestro tiempo, que aún haya presos de conciencia en las cárceles de Cuba. Menos tolerable es que a estos presos de conciencia se les apliquen apremios ilegítimos, como son las torturas a que fue sometido Orlando Zapata.

No es posible seguir justificando estos crímenes, como se ha hecho durante más de cincuenta años y lo ha repetido el gobierno de Cuba, culpando a un enemigo externo. Como democratacristianos exhortamos a todos los humanistas a expresar su rechazo a la represión que hoy busca acallar las voces de dolor y de impotencia de la sociedad civil cubana y a reclamar la liberación de todos los presos políticos, con la misma fuerza con la que hemos condenado el embargo de cuba por Estados Unidos.

Los derechos humanos son universales y su respeto y vigencia no admite consideraciones políticas subordinadas al valor superior de la persona humana.

Nuestra condena ha sido siempre hacia cualquier gobierno que cometa torturas; pero Cuba nos duele más por el afecto que le tenemos a su pueblo.


Mariano Ruiz-Esquide
Senador de la República

Carolina Goic
Diputada de la República

viernes, 12 de febrero de 2010

Encuentro Nacional Progresista por la Refundación del PDC

“Comprometemos nuestras voluntades en generar las condiciones para un proceso ampliamente participativo, de carácter nacional.
Asumimos esta tarea con la madurez política que amerita esta circunstancia histórica.

El movimiento que se ha generado al interior del Partido Demócrata Cristiano, las causas de éste y sus proyecciones futuras, plantea la necesidad de REFUNDAR nuestra organización política.

Para ello hemos planteado estilos de trabajo, mecanismos de difusión, participación y comunicación acordes con nuestros principios de democracia interna, amplia y transparente que, además, estarán por sobre los legítimos intereses y ambiciones personales, creando un marco que respete, por sobre cualquier otra consideración, la expresión mayoritaria de la militancia demócrata cristiana.

Desde la perspectiva de la Refundación del PDC nos planteamos como objetivo del encuentro, generar las bases y condiciones políticas de una posición interna de la Democracia Cristiana que defina la estrategia frente al próximo proceso de renovación de las estructuras partidarias”



Confirmar asistencia: refundacionpdc@gmail.com



Programa



09:00 a 10:00 Acreditación

10:00 a 10:15 Bienvenida y presentación

10:15 a 10:45 Presentación Documento de Convocatoria

10:45 a 13:30 Trabajo Comisiones (Diagnostico y propuestas)

13:30 a 14:30 Almuerzo frío

14:30 a 17:30 Plenario

17:30 a 18:30 Conclusiones y compromisos





Se pedirá un aporte voluntario para el financiamiento del encuentro que será totalmente autogestionado.

Revisar Los siguientes Enlaces:

http://www.facebook.com/?page=1&sk=messages&tid=1232269618015#!/group.php?gid=303418023625

http://www.facebook.com/?page=1&sk=messages&tid=1232269618015#!/event.php?eid=305126408927&index=1

domingo, 7 de febrero de 2010

"El Entierro del Conde de Orgaz” Discurso de David Stitchkin Branover (fragmento)


Stitchkin Branover, David: “Clase inaugural del año académico 1961: El entierro del Conde de
Orgaz”. Universidad de Concepción, Secretaría General, p. 11.


... Lo decía yo -en una oportunidad- a raíz del Encuentro Internacional de Escritores (o de escritores americanos), mediante la conjunción de tres postulados que dan como resultante el desarrollo libre del espíritu, y son –en primer término-, honestidad en la proposición. En segundo lugar, dignidad en la expresión, y en tercer término, respeto en la convivencia

¿Qué significa honestidad en la proposición?:

Que cada uno de ustedes –hoy, mañana y siempre-, cuando sostenga un principio, cuando siente n una premisa; tiene que ser honesto en lo que dice, tiene que ser honesto en lo que propone; honestidad que no es fácil de conseguir. Porque, hay mil espejos en la vida que distorsionan nuestro pensamiento, hay un maleficio general que nos rodea constantemente y que nos induce a confundir nuestros intereses con los intereses, nuestras pretensiones con lo que es justo, nuestras ambiciones con lo que conviene. Y, para ser honesto en la proposición, hay que separar cuidadosamente –cuidadosamente- lo que nos conviene, lo que nos interesa; de aquello que realmente conviene o interesa a la comunidad. Y si se habla en bien de ella– ¡o se pretende que se habla en bien de ella!- no hablemos en función de nosotros.
Este desglose no es tarea fácil y requiere una firme disciplina y una constante vigilia.

Dignidad en la expresión.

Se puede sostener cualquier tesis honestamente -¡honestamente!, esa era la primera premisa- pero al sostenerla, hay que emplear expresiones dignas; para no herir ni ofender a nadie.
Que la dignidad en la expresión no es sino una forma específica de esa gracia genérica que se llama “la cortesía”, y que según decía un poeta, la cortesía es la sal de Dios. Y la derramó abundantemente en un varón preclaro (yo no sé si ustedes saben que Francisco de Asís fue un hombre de una cortesía exquisita, para con sus semejantes y para con los animales; y para con las flores y para con las estrellas).
No tomen esto de la cortesía como una flor de segunda importancia.
Modesta es en su expresión, nadie para mucha atención en ella; pero ocurre como lo que sucede con esas florecillas de la playa: son pequeñísimas, casi invisibles; y cuando ustedes las quieren arrancar tienen raíces extensas y profundas.
Así ocurre con la cortesía, es una flor pequeñísima, casi invisible. ¡Pero cuidado! La cortesía es el florecimiento de la cultura, el hombre cortés -¡cuando lo es de veras!-, cuando no es una cortesía formal sino una cortesía consustancial al alma, al espíritu, al modo de ser; es el fruto feliz de una cultura, el progreso de la humanidad se vive a diario a través de las fórmulas de cortesía: el día que éstas desaparezcan digan ustedes que comienza la regresión de la especie humana.
Y la tercera premisa, o la tercera proposición, es lo que llamamos respeto en la convivencia.

Respeto en la convivencia…podemos nosotros sostener honestamente una proposición y además con cortesía, con dignidad; pero no basta. Es menester, además, respeto profundo -¡profundo, íntimo, sentido!- hacia la personalidad de los demás: “Yo creo esto”, lo sostengo, lo expongo; pero en el fondo de mi alma sé que mi intelecto es imperfecto y que es imposible que yo posea la verdad total , apenas –como he dicho otras veces- apenas, y muy feliz, si logro un atisbo de ella. Y los demás, también tienen su atisbo de verdad.
Yo puedo tratar de convencer respecto de una premisa, respecto de una idea, respecto de una proposición; jamás imponer. Pero, si se están ustedes a las sagradas escrituras, Dios mismo…Dios mismo habría entregado al hombre la libertad del querer salvarse o perderse, y si Dios, con fe-¡Dios!-, no quiso atentar contra la voluntad del ser que había creado, ¿cómo podríamos nosotros pretender -¡nosotros!- imponer nuestro personal punto de vista, por la fuerza, a los demás miembros de la raza humana?
Huid…huid cuidadosamente el juicio ligero, que atenta contra el respeto a la convivencia. Esto requiere gran disciplina también -constante, permanente-.
Cuidado con juzgar ligeramente porque ligeramente seréis juzgados vosotros, y sobre todo, evitad el juicio severo para con los demás: tened un poco de amor para con los demás, un poco de caridad para con los demás. Uniendo estos elementos –y manteniendo sobre vosotros una vigilia permanente y atenta - lograréis formar en vuestra conciencia y en vuestra personalidad, este respeto en la convivencia indispensable para que florezca el milagro de la auténtica y sana convivencia.
¿Bastaría esto? No, no bastaría…no bastaría. Decía yo: “huid del juicio ligero”, “no juzguéis así” (por la superficie o por las apariencia), “entrad en conocimiento de las cosas” y después emitid vuestro juicio.
Conocer… y conocer, ¡y conocer!, es amar.
Y no se extrañen ustedes: en tal sentido, en tal acepción; está empleada la palabra “conocer” en la biblia. Y conocer, en la biblia, es el acto de trato carnal de un hombre y una mujer: porque para conocer, hay que amar; y amar es conocer. Por consiguiente, todo lo que os he dicho debe tener como base una actitud de conocimiento, una actitud de amor, hacia las cosas y hacia los demás que os rodean. De esa manera podrán ustedes -no sólo formar parte de esta familia, que es la Universidad de Concepción- sino que podrán contribuir a que la familia humana viva de mejor manera.

Y así…así, tienen ustedes una pequeña, una modestísima fórmula que yo quería entregarles esta noche en esta lección inaugural.

Y como regalo –como regalo de bienvenida a mis jóvenes estudiantes del primer año- quiero dejarles esta noche, un pensamiento. Un pensamiento árabe: al Conde de Orgaz –de ser cierta la leyenda- le habría encantado que yo remate mi clase inaugural con un pensamiento árabe. Un pensamiento árabe que está grávido de incitación, está grávido de normas de conducta y que cada uno de vosotros podrá manejar en la soledad de su conciencia.

Este pensamiento lo olvidarán ustedes mañana. Se harán -y deben hacerse- (son jóvenes y deben ser a veces), comentarios graciosos en torno a él. Pero pasarán los años, y cada uno de vosotros tendrá un momento en la vida de alegría o de tristeza en que –así es la vida-, de pronto… de pronto, harán –queriéndolo o no- un balance de su conducta; ¡esto llega siempre! Y en ese momento -en ese momento, no ahora- reflorecerá este simple pensamiento que puede ser para ustedes –y lo será-, el que alumbre el camino, guía que oriente y espejo –y espejo- que ustedes tendrán siempre frente a sí y, que al hacer el balance que me refiero, devolverá a ustedes la imagen –no de la máscara- sino del verdadero rostro de ustedes.
Y entonces sabrán, al mirarse en el espejo de este pensamiento, si han llevado la conducta adecuada, la conducta que conviene a los hombres o no.

Y el pensamiento dice así: “Cuando nace el niño, lanza su primer llanto y todos los que le rodean se miran gozosos y sonríen. Procura conducir tu vida de tal modo que al morir, tú puedas sonreír mientras los demás lloran”.

Muchas gracias.

(Enviado a DC Penaflor por el camarada Jorge Coopman Jorge)

miércoles, 3 de febrero de 2010

Jorge Coopman Jorge: Carta al Presidente del PDC, Juan Carlos Latorre

Estimado Camarada Presidente del PDC
Juan Carlos Latorre.

Que el Dios de la Vida, le bendiga con Paz y Bien.

Soy el más sencillo de los militantes del PDC, no aspiro a reino, a poder o la gloria. Nunca he ocupado cargo alguno en el servicio público, tampoco aspiro a ocuparlo en el futuro. Hago mi mayor esfuerzo, para “pasar sin ser notado”, esquivo con pasión la fama, los honores y los privilegios.

Es por una razón muy secreta, permítame desnudar mi alma: no me gusta el poder. Siento que el poder, por alguna extraña razón, va envenenando el alma, la va asfixiando, o dicho de otro modo, cuando el poder va penetrando el alma, cada vez quiere llenar más de ese humo negro y sucio, un lugar santo.

Quiero mantener mi alma, lo mas alejada posible de ese peligroso enemigo.

Yo solo confío en Dios y, si me permite la confianza, debo decirle que soy un abandonado, un abandonado en la Voluntad de Dios.

Para ser mas claro, sigo un sendero: el Santo Abandono en la Voluntad de Dios, por acción de la Gracia de Mi Señor, no por mérito mío, que créame no tengo ninguno.

También y por añadidura, camino siempre tras la Cruz y la Falange.

Usted, como todos los cristianos bautizados somos y estamos “bendecidos por Dios”.

Pero, quiero contarle algo muy personal, Dios me ama inmensamente, hizo que me convirtiera en el hombre más feliz del Universo, le explico:

Yo fui bendecido por el mismo Cristo (Santísimo), en manos del Opus Dei, en territorio franciscano, en la Iglesia de San Francisco de Asís, de la ciudad de Curico, pero con el amparo y protección de los dominicos y la oración de los cisteciences.

Vivo en una celda, no veo TV, tampoco leo diarios, trabajo para mantenerme y soy absolutamente feliz.

Mi señor, me ha encomendado una noble misión y es la siguiente:

Debo ayudar a su alma, a todas las almas que conforman mis hermanos de la Junta Nacional del PDC, del Consejo Nacional Ampliado y no ampliado, del Tribunal Supremo, de las Directivas Nacional, Regional, Distrital y Comunal.

Mi Señor los quiere encontrar dispuestos, para mostrarles todo su Amor.

Para ello, deben renunciar al humo que está envileciendo sus hermosas almas.

Le suplico, como el mas modesto, sencillo e ignorante militante, que renuncie al cargo de Presidente del PDC chileno, que solicite la renuncia de toda la Junta Nacional, del Consejo Nacional Ampliado y no ampliado, del Tribunal Supremo, y de toda directiva: nacional, regional, distrital y comunal.

Ambos sabemos que, no tengo autoridad y menos responsabilidad, para solicitar tremendo gesto de nobleza, consideración y caridad.

Sin embargo, estimado presidente Juan Carlos Latorre, existe la posibilidad que una autoridad superior lo solicite, es mas lo exige. Tal vez, un modesto, sencillo e ignorante militante, en nombre del V Congreso Ideológico y Programático del PDC haga esta solicitud.

Y es así, estimado camarada:

En nombre y Honor del V Congreso Ideológico y Programático del PDC, les solicito la dimisión inmediata a toda la estructura partidaria.

La razón es muy sencilla: violaron los acuerdos del soberano máximo de nuestro partido.

Todos los Acuerdos son vinculantes, de validez y aplicación inmediata.

Tanto la Junta Nacional y los demás órganos inferiores en jerarquía, tales como, Consejo Nacional, Tribunal Supremo y todas las directivas han ocultado, vulnerado, menospreciado y omitido las resoluciones máximas de la mas alta autoridad partidaria.

Desde septiembre del 2007, cuando fue aprobada por el Tribunal Supremo, la solicitud del Consejo Nacional, en torno a la inscripción, procedimiento y calendarización para la elecciones de los alcaldes y concejales, violando un expresa disposición del Congreso Nacional del PDC:

Un voto un militante, primarias abiertas o cerradas, para todos los cargos de elección popular.

Desde esa fecha, el Tribunal Supremo carece de legitimidad para juzgar toda causa, pues debiendo velar por el cumplimiento de la normativa interna, traicionó al mismísimo Congreso Nacional del PDC.

Si el Tribunal Supremo confirma la nueva indicación del Consejo Nacional Ampliado, en orden a permitir que los alcaldes y concejales sean parte de la estructura dirigencial partidaria. Estará violando nuevamente otra disposición del V Congreso Ideológico del PDC.

Son responsables, la directiva nacional pasada y la actual que usted dirige.

Si algún, militante, indignado con tanto menosprecio, quisiera concurrir al SERVEL, podría inhabilitar a todos los alcaldes y concejales, senadores y diputados, pues ninguno cumplió con un requisito básico: un requisito que consagra nuestro V Congreso Ideológico y Programático.

Lo peor es que Pablo Longueira ya no es presidente de la UDI, como para ayudarnos igual que la vez pasada. Pero, aunque la UDI quisiera ayudarnos, no sería posible arreglar este “tremendo error”, pues aunque se emitiera una ley Express, el error se convierte en un “horror” porque la Ley nunca es retroactiva.

Pero, estimado camarada Presidente, yo solo deseo que su alma y la de mis hermanos dirigentes, encuentren la paz necesaria para recibir al Dios del Amor.

Sin embargo, Mi Señor insistió diciendo: si el 10 de febrero no han renunciado todos, deberás ir el día 11 de febrero a La Tercera, El Mercurio, Chilevisión, Terra y La Nación, enviando esta misma carta, y si te alcanza el tiempo al SERVEL.

Mi Señor sabe que me gusta mucho el 11.

El 1 significa Dios, el 10 el mundo, el 11 significa revelación.

La primera Base que reconstruimos en La Reina, fue la 11, después de 11 años de inactividad.

La verdad es que en todas las reconstituciones de las Bases, Mi Señor me permitió asistir.

También me permitió, repartir 11 millones de panfletos en la Región Metropolitana, junto a 11 camaradas, en las primarias en que “unos hermanos nuestros”, traicionaron a Andrés Zaldivar.

Ellos preferían a Lagos, porque decían que de esa forma “obtenían más cargos en la Administración Pública”.

Estimado camarada, me cuesta mucho salir de mi celda. No me gusta el mundo, con tanto humo, por eso la palabra inmundo tiene algo de mundo.

En ocasiones estoy con los Franciscanos Conventuales, con mis hermanos del Opus Dei, con la hermandad de los dominicos, y en otras con los cistercienses.

Todos ellos me quieren mucho, me cuidan y protegen, pero además de ello, Mi Señor me dice: lee el Salmo 23 que lo escribí para mi Hijo Amado, y también para ti.

Un abrazo en la Piedad.

Jorge Coopman Jorge
(Enviada a través de militantes DC de Peñaflor)