miércoles, 12 de noviembre de 2014

Posición oficial del PDC chileno ante el Derecho a la Vida y el Aborto. (V Congreso Ideológico y Programático)



Nuestros Principios:

 Sentido ético de la política

1.- Somos un partido doctrinario e ideológico, que orienta sus acciones en principios y valores fundamentales. Creemos en el sentido ético de la política, noble expresión de servicio público, de amor a Chile, a su gente y a su territorio, encaminado a la construcción de un mundo mejor. Ese sentido se expresa en la búsqueda del bien común y de la verdad.

 Nuestras fuentes filosóficas

2.- Nuestras raíces se fundan en la tradición del humanismo y la doctrina social cristiana que, desde fines del siglo XIX, denunció las injusticias del mundo moderno invitando a luchar por una nueva sociedad- distinta del liberalismo individualista y el socialismo marxista-  a partir del mandato evangélico del amor al prójimo, expresado en los valores de la libertad, la justicia social y la solidaridad. Hoy nos proponemos integrar a esta visión, los aportes de las diferentes comunidades religiosas y de nuevas fuentes del pensamiento intelectual. 1

 Somos Personalistas

 3. Somos personalistas. Inspirados en la doctrina del humanismo cristiano afirmamos la dignidad de toda persona, lo que obliga al respeto por la vida desde el inicio hasta la muerte. La persona humana, en su dimensión física, psíquica, espiritual y social, es el centro de nuestras preocupaciones. Asumimos este compromiso a desde la “norma personalista de la acción”. Todos nuestros esfuerzos y acciones deben considerar al ser humano como el fin  y jamás como un  medio para el logro de cualquier objetivo.

Derecho a la vida

4. Reconocemos la naturaleza espiritual y trascendente del ser humano, concebimos la vida como una identidad continua desde la fecundación hasta la muerte natural. La libertad e igualdad en dignidad y derechos con que nacen todos los seres humanos es compartida por los seres humanos que están por nacer. Por eso, defendemos su vida. El aborto es una atentado al derecho a la vida de cada ser humano. Frente al llamado aborto terapéutico, postulamos que es innecesaria una legislación que abra las puertas a la definición desde el Estado acerca de cuáles seres humanos pueden existir y cuáles no. Propiciamos la existencia de mecanismos de discernimiento para resolver los casos excepcionales y complejos que se presentan desde el punto de vista médico. La sociedad debe procurar que cada niño sea aceptado aun en las condiciones más difíciles para sus padres.

Prevención del aborto

5. Una efectiva lucha en favor del derecho a la vida, junto a otras medidas, debe contemplar el fortalecimiento de la familia y de los programas de educación sexual. Para la Democracia Cristiana, no basta la preocupación por los abortos. Las políticas deben incluir también una preocupación por las mujeres que abortan y focalizarse en grupos de mayor riesgo. Especial atención debe ponerse en  el embarazo no deseado en adolescentes, por sus graves consecuencias en sus proyectos de vida y en el de sus hijos. La mayoría de los embarazos adolescentes ocurren en comunas de más bajos ingresos. La inequidad no se resuelve sólo con  el acceso sin restricciones a los métodos de anticoncepción. Es preciso garantizar atención profesional especializada y entrega de información adecuada, haciendo posible la toma de  decisiones informadas y concientes.

Defensa irrestricta de los derechos humanos y condena a la pena de muerte

6. La Democracia Cristiana incorpora en su marco conceptual la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y otros pactos, declaraciones y tratados vigentes  cuyo fundamento principal es la defensa de la dignidad de toda persona humana, sin distinción, discriminación o exclusión de ninguna especie.   La defensa de la dignidad humana se expresa también en nuestra defensa


1Comunitarismo anglosajón, humanismo cívico, socioeconomía; tratados referentes a la dignificación y respeto por el ser humano.

martes, 4 de noviembre de 2014

DECLARACION DEL CONSEJO NACIONAL EXTRAORDINARIO DEL PARTIDO DEMOCRATA CRISTIANO

DECLARACION PÚBLICA:



La Democracia Cristiana reafirma sus compromisos con los cambios que el país requiere para enfrentar el futuro. Honrar este compromiso ha sido la línea invariable de nuestro partido desde la campaña presidencial y la hemos sostenido en todo lo que va del actual gobierno.

La activa participación de nuestros parlamentarios ha sido fundamental en el perfeccionamiento y aprobación de los proyectos de ley que dan cumplimiento al programa de gobierno. Respaldamos este comportamiento, personal y colectivo, y aspiramos que esta conducta siga siendo el sello distintivo de la acción parlamentaria de nuestro partido

El Consejo manifiesta su rechazo a las diversas expresiones desarrolladas por actores políticos que deterioran la convivencia y el respeto mínimo que debe existir al interior del actual conglomerado de gobierno. En particular, la Democracia Cristiana rechaza rotundamente las acciones injuriosas en contra del partido, su historia, y sus máximas autoridades.

Exigimos lo que entregamos: respeto mutuo en el trato; altura de miras en el debate; confrontación de ideas y no descalificaciones personales; valoración de las identidades particulares en su aporte al programa común.

Ahora lo que corresponde es reforzar la conducción política del gobierno y que los liderazgos responsables y representativos se hagan presentes con su opinión. Es tarea de todos crear los mecanismos e instancias para resolver nuestras legítimas diferencias, y rectificar las conductas indebidas sobre la base de la unidad en la diversidad.

No vamos a permitir que ataques destemplados nos aparten de la tarea de impulsar y respaldar con toda nuestra fuerza parlamentaria, la reforma educacional, la reforma laboral, las reformas políticas, las medidas de reactivación de la economía y las acciones tendientes a mejorar la situación de la seguridad ciudadana. Estas deben constituir las principales preocupaciones de nuestros parlamentarios, equipos técnicos y militantes a lo largo y ancho de nuestro país.

La Democracia Cristiana está consciente de la responsabilidad que tiene con los Chilenos y Chilenas, por ello ratifica su voluntad de cumplir cabalmente su compromiso con el gobierno de la Presidente Michelle Bachelet y su programa, a partir de nuestra propia identidad, en coherencia con nuestra inspiración humanista Cristiana y con nuestras definiciones estratégicas.

Los chilenos podrán ver siempre en la DC a un partido que será garantía de un proceso de cambio responsable y eficiente. No renunciaremos a cumplir esa tarea a cabalidad tal como los hemos hecho hasta ahora.


Santiago, 3 de noviembre de 2014