domingo, 10 de julio de 2016

Mario Waissbluth: "Las tomas universitarias y los revolucionarios de Frappuccino"


Mario Waissbluth es Profesor en el Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile. Asimismo, es el Coordinador Nacional del movimiento ciudadano y Presidente de laFundación Educación 2020.




Estimad@s. Disculpen mi exasperación personal de profesor universitario al ver un sistema de educación superior yéndose al demonio, entre la pinza de las tomas, de erróneas políticas públicas, y de una carencia de recursos que llevará vuestra ansiada gratuidad universal del 2020 al 2036, cuestión previsible desde hace ya un par de años. 


Se que muchos me taparán a insultos, pero considero mi deber alzar la voz para desmitificar un movimiento estudiantil que a mi juicio ya comenzó a perder el rumbo. Muchos, las mayoría silenciosas, les tienen susto a ustedes, por eso alzo la voz del teclado. 

Comencemos: .... ¡cuanto heroísmo y adrenalina fluye por vuestras venas!

Una de las Federaciones, que ya tiene tomada su universidad hace un mes, postea orgullosamente, con elegante retórica digna de mejores causas:
"Avanzamos con más fuerza que nunca, ya que hoy la Dirección se ha visto reducida a tener que modificar su calendario académico. Más aún, ha tenido que recurrir a la realización de los exámenes en inmediaciones externas a nuestra casa de estudios, no respetando las decisiones que democráticamente se han resuelto en las diversas asambleas de carrera, intentando subyugar a un sector minoritario de la movilización estudiantil. Avanzamos porque no esperaremos que se lleve a cabo, tanto su estrategia histórica de dilatar los procesos de resolución de conflicto, negándose al diálogo; y por otra parte, porque los hemos visto adoptar una postura beligerante frente a la respectiva coyuntura de movilización interna. La intransigencia mostrada por Dirección no puede sino decantar en nuestra ofensiva, la cual irá en ascenso, mientras no concreten sus voluntades por dialogar con el estudiantado."

Me resuenan mis propias palabras de antaño: "más fuerza que nunca" "intentando subyugar" "estrategia histórica" "dilatar" "beligerante" "movilización" "intransigencia" "decantar en nuestra ofensiva". 

Mucho heroísmo en pocas líneas de texto.

Yo fui uno de ustedes y usé las mismas palabras. 

Por eso sé de lo que estoy hablando.

Yo fui de los "tomadores" del 68. Luego, fui MAPU Obrero y Campesino. Me solía reír de mi propio partido pues decía que el MAPU Obrero Campesino era en realidad la pequeña burguesía revolucionaria, y que en sus filas tenía un obrero y un campesino de muestra para poder legitimar el nombre. 

Solíamos decir que los PC eran unos "rabanitos"... rojos por fuera pero blancos por dentro... unos amarillos, en definitiva, frente a la pureza revolucionaria de nuestros planteamientos. 

Los MAPU de ayer son los revolucionarios de frappuccino de hoy, o como dijo acertadamente un columnista, los MAPU con Iphone. 

Los infantilistas de izquierda de que habló Lenin, los del 68, los de hoy. 

Por eso me atrevo a hablar con conocimiento de causa.

La adrenalina que fluía por mis venas era deliciosa, adictiva. 

Si se destruye la universidad que tenemos tomada... mala raja. Los bienes superiores de la nación lo exigen. 

La única diferencia con el 68 es que hoy ustedes se dan el gusto de pintarrajear, quemar, basurear. 
Los del 68 éramos un poco más limpiecitos. 

No todo el movimiento estudiantil de hoy es así... pero muchos lo son. 

Este viejo de mierda, entonces, les dice con cierta autoridad dada por el conocimiento de sus entrañas: 

¿QUE SE HAN CREÍDO?

Ustedes, que han encandilado y ahora están siendo encandilados por una Presidenta que intempestivamente (no estaba en su Programa) ofreció "educación pública, gratuita y de calidad para todos"... a sabiendas que no la iba a poder cumplir ni en 30 años, y no sólo por un tema de plata, ahora "inician su ofensiva" para que esta irresponsable y poco meditada promesa de campaña se cumpla. 

Que su universidad, pública o privada, pierda matrícula por las tomas... no importa.

Que su universidad pierda la acreditación, no importa....

Que, en definitiva, su universidad se vaya a la mierda, tampoco importa. La "causa" lo amerita. 
Yo decía lo mismo. Hoy no tendríamos U. de Chile si mis dichos de antaño se hubieran convertido en hechos. 

Como si sus profesores fueran el enemigo a vencer, unos monstruos reaccionarios. Las pinzas. Son unos académicos, generalmente izquierdosos y con harta sensibilidad social, que no hallan que hacer con vuestra antidemocrática violencia.

Salvo escasísimas excepciones, ustedes, aunque no lo quieran creer, son de los privilegiados de clase media de Chile que sí lograron entrar a una universidad. 

A ustedes les ofrecieron US$ 5000 millones de dólares en educación pública, gratuita y de calidad y quieren que se las den. ¿Verdad? Aunque no se pueda, ¿verdad?

Pareciera que les importan una raja los cabros de la educación técnica que tienen que trabajar de día para poder sacar su título técnico de noche.

Les importan una raja los 200 mil cabros que no lograron terminar la enseñanza media, o que la mitad de los que egresaron no entiendan lo que leen. 

Pareciera que les importan una raja los miles de niños que están en el SENAME siendo maltratados, desatendidos, y en muchos casos abusados, violados y golpeados. Si quieren marchar por ellos, me pongo a la cabeza... si me invitan claro está.

También parece que les importara una raja los niños en salas cuna, los jubilados de pensiones misérrimas, los pobres que tienen lista de espera de un año y medio para ver un especialista en un hospital público. 

Por un rato que sea, les ruego que dejen de mirarse el ombligo. En lugar de darse cuerda entre ustedes, con la adrenalina fluyendo por sus venas mientras pintarrajean alguna pared, salgan a la calle a hablar con las madres de niños vulnerados, con los que hacen cola en el consultorio primario, con ancianas jubiladas, visiten un hogar del SENAME ... y después intenten la revolución pero haciendo planteamientos serios. 

Los dirigentes del 2011 le hicieron un gran favor a Chile y corrieron el cerco de las ideas. Ustedes ya sólo son un pálido reflejo, aguachento, y sin propuestas más allá de la consigna. 

¿Ya leyeron el proyecto de ley de educación superior? ¿Está todo malo, 3/4 malo, medio malo? Yo lo encuentro malito, y estoy tratando de ver como podría mejorarse. ¿Y uds.? ¿Cómo hacemos para ir terminando con el CAE sin quebrar al fisco? ¿Como puede crecer la matrícula de Ues públicas, que hoy es 15%, a 30% en 10 años? ¿O es pura consigna?

Un pequeño recordatorio que podría meditarse en vuestras (generalmente) poco democráticas asambleas, de parte de este anciano servidor: 

El absolutismo moral para los demás, combinado con el relativismo moral en nuestras propias acciones, es la hipocresía, y ese es el peor de los vicios sociales. 

Una manera de evitar esto, por ejemplo, sería comenzar por escuchar con respeto a la mayoría silenciosa de sus compañeros que quisieran estudiar pero que no se atreven a hablar en las asambleas para evitar ser tratados de "fachos Qliaos". 

Y por cierto, los que les están haciendo el favor a la derecha no son sus compañeros, ni yo, sino que ustedes. 

Trátenme con confianza de viejo de mierda, pues eso es lo que soy, y ya retirado además. A mucha honra. Pero por lo mismo que los conozco por dentro. Y no se conviertan en unos jóvenes de mierda.

martes, 26 de abril de 2016

Voto Político Partido Demócrata Cristiano





VOTO POLÍTICO



1.- El Consejo Nacional de la Democracia Cristiana, reunido en sesión extraordinaria, reitera su pesar por el fallecimiento del ex Presidente Patricio Aylwin. Don Patricio fue un demócrata y cristiano excepcional cuya vida y obra celebramos. La firmeza de sus convicciones, su capacidad de diálogo y calidad humana, así como el compromiso de una vida con la construcción de una patria justa y solidaria, nos imponen una exigencia de conducta a la que sabremos responder.

2.- En los mismos días  en que acompañábamos la partida del Presidente Aylwin, los chilenos fueron testigos de la dificultad experimentada por la Nueva Mayoría para inscribir primarias legales para las próximas elecciones municipales. Esta situación nos duele y nos frustra.

Por muchos años hemos sido pioneros en la elección  de nuestros candidatos, en todos los niveles, a través de primarias participativas. Hemos puesto nuestro empeño en aprobar una legislación que estableciera las primarias legales como el mecanismo adecuado para definir a los  mejores candidatos allí donde exista más de una alternativa competitiva. Más allá de la discrepancia jurídica que tenemos con la decisión adoptada por el SERVEL y que impidió la inscripción de las primarias de la Nueva Mayoría, entendemos que la principal dificultad es la falta de un acuerdo amplio y oportuno entre los partidos de gobierno para enfrentar las elecciones municipales.

Mantendremos nuestra postura de total respeto por las decisiones que adopte el SERVEL, así como nuestro rechazo cualquier intento de apoyar soluciones legislativas "express" para resolver esta cuestión. Sin perjuicio de aquello, llamamos a nuestros partidos aliados a realizar la debida autocrítica que surge de constatar la falta de un acuerdo oportuno. Es indispensable que los partidos tomemos conciencia acerca de las excesivas dificultades para construir acuerdos en materia municipal y procedamos a fijar reglas claras y objetivas para avanzar en éstos.

Cuando restan dos años de gobierno de la Presidenta Bachelet, tomamos nota de la importancia de asegurar una relación de respeto, confianza y cooperación entre las fuerzas de gobierno, condición sin la cual el éxito del gobierno, primero, y de nuestros partidos en la próxima campaña electoral en segundo término, se verán gravemente amenazados. Pondremos todos nuestros esfuerzos en la construcción de un acuerdo político basado en estos principios.

3.- Entendemos que el legado del Presidente Aylwin requiere de la Democracia Cristiana acciones más que palabras. Es lo que nos expresó el pueblo al decirnos una y otra vez, mientras acompañábamos los restos de nuestro Presidente al Cementerio General, "aprendan".

Por esa razón, este Consejo Nacional resuelve:


A) Mandatar a la Directiva Nacional tomar las acciones que permitan adaptar nuestro partido, al más breve plazo posible, a las exigencias y mejores prácticas posibles en materia de transparencia de nuestra gestión y acción. Nos proponemos ser primeros en transparencia, más allá de las exigencias legales que nos obliguen.

B) Solicitar al gobierno poner urgencia al proyecto de ley que eleva las sanciones al tráfico de influencias y el cohecho, marcando una posición nítida frente a una práctica inaceptable y que no podemos permitir se instale en nuestra convivencia, así como respaldar el proyecto de ley que fija límites a la reelección de las autoridades de elección popular.

C) Plantear desde nuestro acuerdo político, la Nueva Mayoría, la firme decisión de la Democracia Cristiana de no postular ni respaldar candidatos que hayan incurrido en faltas a la probidad y la ética pública, así como la importancia de convertir este principio en una regla básica a la hora de concordar nuestra plataforma municipal. Lo que pedimos es ni más ni menos lo que hemos aplicado y exigido  a nuestros propios militantes.

D) Ratificar nuestro compromiso con el proceso constituyente iniciado en Chile. Entendemos que nuestra Patria necesita una Nueva Constitución Política que se levante como  la casa común que cobija a todos los chilenos. Una casa que protege los derechos de cada chilena y chileno, especialmente los más vulnerables. Una casa en la cual cada uno comprende y adhiere a las obligaciones que nos comprometen en un destino común. "Somos el partido de la participación ciudadana", sostenía nuestro Presidente Frei Montalva, y como tal pondremos nuestras energías en convocar a las comunidades locales a ser parte activa en la definición de esta nueva Constitución que Chile demanda. 

jueves, 7 de abril de 2016

Prólogo de Gabriela Mistral al libro ‘La Política y el Espíritu’ de Eduardo Frei Montalva.





RECADO PARA EDUARDO FREI

El destino me trajo la presencia verbal de su libro cuando más la necesitaba. Las almas flacas – y yo lo soy, digan lo que digan mis críticos – estamos corriendo el riesgo de darnos al desaliento de cualquier romanticismo, o bien el peligro mayor de mirar el planeta, vuelto de revés con una repugnancia tal que nos lleve a la huida de los místicos falsos. Y yo me defiendo, hasta hoy, de estas malas cosas.

Su libro, Eduardo Frei, es de las mejores cosas que a los largo de años se haya publicado en el género del ensayo social en la América del Sur, aunque traiga la vestimenta de maestro constructor y hasta de maestro albañil que decidió darle su gusto de la modestia. Acertó Ud. en la forma literaria, tanto como en la doctrina; el “barbilindismo” está harto desprestigiado en la América Latina por toda la vanidad o todo el engaño que andan en las escrituras llamadas estéticas.

Pero, le ha ocurrido a Ud. lo que a todas las gentes honradas que trabajan al margen de la ambición y están exentas del hábito criollo de mentir. Le ha pasado hacer un libro admirable sin darse cuenta de ello, al igual del forjador de hierro, que sin pretender sacar de su negocio con el metal sino unas simples rejas de ventana o una lámparas para el mercado, vino a sacar obras maestras que no necesitará vocear ni poco ni mucho, pues se venderán solas…
Sus ideas sociales de reconstrucción se me parecen mucho al oscuro hierro forjado de los italianos y los belgas. Ellas son sólidas, bien torneadas y serviciales.
He leído la obra capítulo a capítulo, en un largo goce. Siento complacencia en el equilibrio que Dios le ha dado para manejar el tema social valerosamente y sin perder el tino necesario al que maneja fuego; me conmueve su radical honestidad en el trato del adversario, verdadero fenómeno en un ambiente como el nuestro, donde se niega al enemigo no ya la sal, sino el aire y suelo, y me admira la capacidad de síntesis que le ha librado de la pulverización en que paró el análisis de los ensayistas en el siglo pasado.
Creo que muy pocos han sabido en Chile el crítico social de primera agua que había en Ud., hombre sin frecuentaciones literarias de círculo, chileno puesto en un barbecho pardo antes de dar la obra.
Gracias, amigo mío, por estas virtudes cardinales que pasan a enriquecer la chilenidad, pues según la ley cristiana, rebosan de Ud. bañando casi la raza entera.
Ahora voy a caminar un largo trecho de tiempo al lado suyo, porque los textos vitales como éste se parecen a una marcha conversada.

CREACIÓN ORIGINAL Y ADAPTACIÓN EMPEDERNIDA.

Comencemos la ruta, hablando de… Europa. Parece un juego de ingenio, pero Ud. ha dicho en esto también una verdad de tomo y lomo: “Chile es por excelencia un país de repercusión, y seguramente no hay otro donde se imite más servil y rápidamente al Viejo Mundo”. A causa, amigo mío, de una educación que sólo ha desarrollado en los mozos la forma marginal de pensamiento.
Debe seguir siendo muy grande nuestra quiebra de imaginación, para que no haya en nosotros una pizca de creación ni realista ni utópica que nos lleve a intentar alguna empresa política criolla, la cual está marcada por el pulgar de una raza tan viril como la chilena. Estamos obligados a pensar en que es la educación quien mutila a nuestra juventud, porque la raza no tiene amilanamiento y tampoco pereza. Quien nos mire es este momento ve en Chile un espectáculo un poco grotesco: la “zalema” colonial hacia los Imperios, idéntica a la que el Rey de Túnez o los reyezuelos hindúes dan al Residente francés y al Príncipe de Gales… Naturalmente que no se trata hoy de adular a estas dos potencias, una caída y la otra acorralada. Lo mismo da; han cambiado los soberanos y, para mayor novedad, existe un nuevo Imperio, el soviético…
Debemos confesar que la “América inocente” del poeta romanticón es una Ninfa Eco de cuerpo abolido, en carne de fantasma, sin fuerza para dar el grito inicial. Y aquí la función no deriva del organismo, pues “el Continente es una masa formidable y Chile un cuerpo de metal absoluto, por eso mismo la invalidez para crear un modulo propio de vida da un asombro, que resbala a cólera; tanto leer de política, gracias a nuestras empresas que lo editan todo; tantos años de vivir una vida americana, es decir, original; tanto énfasis como el que corre por nuestros textos escolares de Historia, y venir a parar en que no hallamos para salvarnos sino la receta nazi, o la fascista, o la comunistoide, o la portuguesa o la cavernaria, ¡cualquiera, menos la propia!
Nosotros no resistimos al éxito en ningún campo. Nos embriaga como un alcohol de madera o de caña, arrebatándonos la lucidez; nos evapora las flacas convicciones que tenemos y acaba por apabullarnos enteramente. El exitismo sudamericano es algo descomunal. Me conozco muy bien su cara vulgar; la he visto en la condescendencia antes el dinero, ante el poder estatal, ante la mediocridad personal afortunada. La victoria de tal cual régimen nos convence como la macama con un golpe en la nuca y nos paraliza las facultades de reacción, entregándonos al caporal extranjero. Eso le ocurrio al pobre Atahualpa delante del puñado de blancos; eso mismo al Moctezuma de los oráculos y eso también a los ilustres jacobinos de 1810, que recogieron la receta francesa de pe a pa. Bien haya Ud., persona vacunada contra el espanto y contra algunos entusiasmos que no son sino miedo. ¡Ud., a quien en este libro no se le siente temblar del terremoto y que sigue mirando a su conciencia a la luz misma del incendio! Le valen aquí sus clásicos cristianos, que no se vuelven locos viendo las hogueras, porque siguen teniendo razón, aunque la caso toda caigo sobre sus espaldas.
Quien lea su libro, sentirá a lo largo del texto la pasmosa serenidad con que fue pensado y escrito. Y como el concepto de juventud se le confunde a nuestra gente con el de agitación, su lector se preguntará cuál es el secreto de esta mocedad hincada en calma tal que maneja las llamas de sus angustias sin que se le encrespe la sangre. Esta serenidad significa un coraje legítimo: no hay valor verdadero que no sea tranquilo; las otras valentías son unos pobres fuegos de bengala.

VIDA INTERNA

Pero su manso coraje saca el metal que nos ofrece del lugar escondido donde se forman las cosas fundamentales: de la vida interna vuelta hábito cotidiano. Ella es la buena fragua de donde salen, además, las piezas hechas y derechas de la acción.
Hablar de la necesidad de una vida interna a un joven de nuestro tiempo es soltar su carcajada, lo mismo que alabarle la virtud de la oración en cuanto a préstamo sobrenatural. Alguna vez yo les escuché la risotada y la tengo aún en mis oídos. Muy natural es reír lo que no se conoce, aunque sea lo menos inteligente del mundo. La vida interna constituye para el hombre espiritual algo tan concreto como una siembra de lentejas y tan rotundo como los cerros chilenos. Pero, o se la conoce al igual de esta cosas o se la mirará como un vaho emocional o un fuego fatuo con el que juegan niños ociosos. Bastante coraje demuestra Ud., en aludir algo que no circula como moneda corriente en la Bolsa de la vida chilena. Hace poco un hombre de otro orden, soldado de línea diferente, D. Enrique Molina, se atrevió a indicar con dedo de Maestro hacia la región sólida e inefable a la vez de la experiencia interna y el resultado fue que incorporen a la beatería criolla…La vida interna ha dado a Ud. el coraje que no teme el ridículo.
Corre de página a página de su obra una gran elegancia moral expresada bajo la forma de la cordialidad, santo y seña de una escritura espiritual. Sin perder nunca dicha elegancia, atraviesa Ud. la ciénaga tropical de la política, que a esta hora todos cruzamos con el lodo hasta la cintura.

DOS TRADICIONES SOMBRÍAS

Me faltan algunas materias que mucho me importan en su libro admirable, por ejemplo las referencias a la Historia de la América Española, cuando Ud. se ocupa del establecimiento de los nuevos regímenes europeos. Habría que hablar al mismo tiempo de las semillas importables y del terreno donde van a prender las muy exóticas, siete veces intrusas.
La dictadura militar no es ninguna novedad entre nosotros, como que ella representa nuestra doble tradición. La Historia hispanoamericana no viene a ser otra cosa que el trance de una Libertad Pasión, de la que llamaría Unamuno una Libertad-Agónica que hace su Vía Crucis cayendo y levantando. Como han llegado los tiempos del buen comer y el buen beber traducidos a la doctrina política, los jóvenes que antes juraban su fe al ministerio de agonía, ahora abandonan su Cristo-Libertad, quien no puede dar el vino del poder ni la grosura del logro fiscal.
Posiblemente Ud., como muchos de su generación, no haya leído entera la novela trágica por excelencia que es la historia de los pueblos hispánicos; pero su vieja amiga se ha magullado sobre el tendal de espinas, y esta sangre gotea de su memoria siempre.
Nuestra verdadera tradición se llama tiranía: el caciquismo de los indios, que se apartó de lo cavernario sólo en el noble Imperio de los Incas, y el caudillo español, cuyo cogollo más limpio y decoroso (?) sería la dictadura porfiriana de México. Nacimos de semejante ángulo y aún no salimos de él.
Cualquier régimen de autoridad que traigamos por el mar tendría la suerte de aquellos animales exóticos que en la América degeneran en el pelaje y la carnazón de nuestros carneros criollos. Pensar en que guarden la “allure” europea, o en que chupen de nuestro limo la esencia racial de que vivían allá, es una inocentada y una majadería. Los nazistas quieren hacernos un nazismo diz que superado, careciendo de los mitos germánicos que comprenden desde la fábula familiar hasta los dramas musicales de Waer y siendo este material de embriaguez heroica lo que ha hecho posible una curiosa mixtura de ensueño y de acción, de terremoto imaginativo y de realización práctica. Quieren fabricarnos pro la fuerza una organización cuya técnica Alemania viene preparando desde hace siglos, sin apartarse nunca de su doble sio de delirio cesáreo y de disciplina científica. Para llegar a eso nosotros, pueblos asomados a vivir, no tenemos ni el idealismo filosófico de los germanos en el pasado ni su materialismo vertical del presente, que ellos han logrado fundir en un bloque.
Y en cuanto al método fascista, que tanto tienta a nuestros reaccionarios, los pocos hombres con cultura clásica que tenemos, han dicho ya a los líderes desaforados que nos faltan 4.000 años de cultura latina, de esa que los tales líderes detestan tanto como la ioran.
No, lo que tendremos en la pobre América Latina si hacen su gana los ensayistas trágicos que van y vienen, alcoholizando el pueblo inocente con las victorias… europeas; lo único que en esa orilla brotaría después de su siembra de locos, habría de ser la vieja matonería indo-española, el machitún alegre del bando que pone al fuego a sus enemigos o los hecha por el mar hacia el destierro.
Ningún odio siento hacia el pueblo alemán, cuya imaginación fue siempre para mí una fiesta lírica y ni aún no tengo empacho en decir que su música me ha regalado las mayores exaltaciones que se puedan recibir de una fuente que no sea la naturaleza. No puedo, además, hablar con repugnancia de un pueblo cuyo mujerío maravilloso me conmueve en fidelidad a una tradición mujeril de treinta siglos.
Y cualquiera que me conozca sabe que el pueblo italiano es el que yo amo más entrañablemente en este mundo, al lado del criollaje americano. Por lo tanto, no salta del odio mi asombro de que pueda siquiera pensarse entre nosotros en nazismos y fascismos como en el maíz y la mandioca…Conozco a aquellas razas que nuestros líderes atarantados creen conocer sólo porque leen unos cuantos folletitos de propaganda; la he convivido; las he seguido media vida; las estimo y las amo por sí mismas…y sin relación posible con nosotros en la realidad de su costumbre civil o guerrera. La iorancia americana necesita ser fenomenal para vocear nuestra simulación a una forma de vida tan lejana de la índole criolla como otro sistema solar. Hay que tener una bobería infinita para prescindir mentalmente de una experiencia histórica y de hecho que significa un estilo racial y vivir predicando el transporte de tales regímenes a nuestro Continente, más indio que español y el los español poco latino y menos gótico aún. Sería cosa de reír de la baladronada, si los tiempos fuesen de chanzas y si fuese dable divertirse ante una experiencia que equivale a abrir un res el cuerpo de la Patria, sólo por medir su resistencia a la sangría de tremendo ensayo.

LAS MUJERES Y EL ESTADO

Ahora digamos algo del otro asunto que me falta en su hermoso libro. El tema del sufragio femenino, amigo Eduardo Frei, eso me falta.
El sufragio no es gran cosa en su aspecto formal, que es el único que ha tenido hasta hace poco, pero en el año 1940, cuando se pretende mudar la esencia mismo del Estado, habría que pensar en que decidan del destino de la chilenidad hombres y mujeres.
La vieja disputa entre el conceder, el negar, o el retardar el voto mujeril, me parece más cómica que astuta. Las izquierdas lo aceptaron siempre en forma teórica y mientras fueron minoría dieron batallas por el sufragio femenino; los conservadores lo rechazaron siempre como principio, por espíritu tradicionalista, pero hoy ablandan el ceño ante la reforma porque piensan en que nuestros votos bien pudieran ayudarles en la encrucijada donde se hallan. Las mujeres no ponemos gran cosa en el debate, que los hombres prosiguen solos, haciéndose a la vez jueces y partes… como nos gusta poco la demagogia, no nos echamos en desfiles chillones por las calles y sólo reímos de la gran hipocresía de los dispensadores de vida y muerte..El Presidente Aguirre, feminista de doctrina y hechos, tenga el coraje de ponerse entre los dos frentes fariseos y su intervención nos valga esta justicia que no necesita alegato, que es clara como el cielo chileno y que agobia a los pleitadores con su luz cenital.
¿Van, ellos, a dispones de la suerte del mujerío, es decir, de dos millones de ciudadanos chilenos, no a pleno derecho (?) sino a pleno antojo? ¿Van a hablar hoy como antes de nuestro analfabetismo, siendo ellos los aceptadores más despreocupados del analfabetismo que los elige cada cuatro años?
Al mundo rojinegro, sanguinoso y encenizado a la vez, que ellos no han hecho y siguen haciendo, ¿no tendría la mujer nada que llevar, con el fin de salvar siquiera algunas partícula de salud, de orden y de pulcritud republicana? Y si no tuviésemos las mujeres cosa alguna que pedir, porque nos hayan dado cuanto es menester, ¿no aceptarán ellos siquiera el concepto de que podemos velar por los niños que forman un tercer lote humano ausente de las Cámaras y la porción puesta la margen por muchas conciencias viriles?
Eduardo Frei, Ud. también nos olvidó, este desliz en una mente tan escrupulosa como la suya, le declara a su amiga mejor que cualquier otro dato, la inefable despreocupación de nosotros que hay en las cabezas capitanas no sólo de Chile… sino del planeta. ¡Merecen Uds. un premio de olvido, una cruz de hierro aplicada a la más estupenda distracción! El pecado no debe avergonzarle por ser allí universal y por ser, probablemente, un atributo viril, según se ha visto en ingleses, franceses, españoles, etc. (habría que añadir todos los nombres gentilicios…)

NOMBRES EUROPEOS

El único trabajo que me da la lectura de su libro es el de los nombres de algunos regímenes sociales. Será verdad aquello de que nombrar las cosas morales es la mayor hazaña que cabe a los hombres, cuando logran el nombre que calza bien al objeto y que es la peor fuente de conflictos cuando el nombre no desia con una exactitud vertical. Siempre nombrar me pareció un problema, pero en esta lectura se me vuelve un abismo. Cuando en Europa las gentes me preguntaban si en tal o cual país de la América había “democracia”, “socialismo”, “dictadura” o “anarquía”, mi embarazo era el mismo de hoy. Eso no, solía decirles a la primera consulta. Venía la segunda. Tampoco eso, y el diálogo solía acabar con un silencio o con una sonrisa. Y el sonreír no era hurtar, sino respetar las palabras, así las mejores como las peores. Porque nuestro continente, hijo de la confusión desde la sangre a las ideas, no tiene clasificación europea posible en los asuntos sociales. El Uruguay me salvaba siempre; eso es una democracia lisa y llana desde hace treinta o más años. ¡Qué alivio poder descansar en un sustantivo indudable!
Las mujeres tenemos el grave inconveniente de no tomar en cuenta para nada los afiches, los folletos, ni aun los libros. Somos los seres más incrédulos del mundo en lo que toca al recitado de los programas políticos. No nos dicen nada. Creemos, con Santo Tomás, en lo que se ve y se toca; de allí nuestra limitación y también nuestra utilidad de testigos. Damos fe a la costumbre que nos rodea, a cuanto vemos hacer, al cómo vemos trabajar, gozar, sufrir; a la realidad de un país que aparece en la mesa del burgués, del obrero y el campesino.
Dígole, pues, amigo mío, que yo tengo dos corporativismos en mis ojos y no le nombro cuáles, porque el Reglamento Consular me deja todavía pensar, pero no me permite nombrar países. Los dos corporativismos que me tengo vividos son tan diversos uno del otro, que no es posible casarlos bajo un nombre común.
El tercer corporativismo que poseo es el de la República de Florencia, y éste a medias, puesto que no lo vi…Siempre me pareció un equilibrio entre aristocracia y pueblo, el mejor que tal vez se haya logrado, pero que duró poco, porque nuestra pobre humanidad no gusta de lo difícil y aquello era empinado por ser profundo y fino.
¿Qué hago para clasificar al artesanado florentino? ¿Qué clase era la de esos hombres, los mayores de su tiempo? ¿Eran pueblo? ¿Eran lo que se llama, con una palabra cursi élite pura e indiscutible, o sea aristocracia? ¡Pero qué salarios tan infelices para una clase semejante de maestros en profesiones y oficios!
Otra vez aquí, Eduardo Frei, me detengo y por una obligación que me impuse al comenzar: la de no descorazonar a Ud., hombre joven. Por otra parte, sería preciso escribir un libro respecto a un asunto de tal categoría...

CLASE MEDIA CHILENA

Tenemos que decir muy claro y preciso que la clase media tiene en Chile un aprovisionamiento tan caro de sus necesidades que en cada trance revolucionario nuestra magra hacienda de país pobre se queda en poder de ella y que a nuestra fabulosa miseria popular, sólo se aplican las raspas de la marmita estatal. Yes que la muy ávida ama bastante el lujo. No hay en Europa clase media tan poco leales al pueblo en la hora de liquidar la victoria, como la que hemos visto nosotros dos en los últimos aos de nuestra Patria. Toda mi vida vi claro en esto y supe que cuanto tenemos en recursos fiscales debe ser aplicado con una prisa quemante a la clase que en Chile no tiene suelo, muro, mesa, ni lecho, que no posee sino luz y aire, al pueblo rural. La espiritualidad de la clase media parece que estuvo hecha en el Medievo de la diferencia creada entre el trabajo realmente bruto, en que hacía el siervo, y el trabajo de creación, a lo menos de esmerado amor, que se entregaba a otros trabajadores por su mayor fertilidad o su mayor cultura. Dicha espiritualidad se va evaporando a ojos vistas. En nuestras profesiones, es standardismo deslizado incluso en los magisterios, más afiladamente espirituales, como la docencia o la abogacía, están minando la vieja norma que entregó a esta clase la defensa del Espíritu, a través de un trabajo prócer, más próce que todos los castillos fuedales del Medievo.
Si me ofrecen el regreso a aquel gran decoro, me voy con el que sea capaz de cumplirme de veras la fórmula. No tengo ningún interés en la promoción hacia una clase cuyos menesteres son son los míos, en cuya menera de placer yo no tengo ningún agrado y cuyo poder no le ambiciono ni en mínima parte.
Pero, amigo mío, usted sabe que la mitad de los doctores sociales medievalistas traen bien clara sobre la frente la arruga de una torva intención: defienden el salario medieval y la vuelta a la nada el pechero infeliz.
Nadie ha entendido mejor y vivido más la clase media en su honra esencial y nadie ha dicho mejor esta asunto que el grande y querido Charles Péguy, y no es que diese fórmulas - él no era ni profesor ni farmaceútico - ; él vivió, sencillamente, en artesano medieval y por la fuerza que da el aceptar un oficio, y en él una misión, Charles Péguy aparece  hoy como el hombre mejor de su generación de "revoltés" fracasados.
Usted sabe, amigo Frei, que esos hombres no los produce la confusión de los pueblos nuevos ni el desorden de las democracias improvisadas. El podía ¡dichoso hombre! hablar de la Edad Media que su patria vivió. Nosotros quemamos la etapa y somos pobres de una pobreza particular y mala.; la de carecer de ciertas experiencias profundas; nuestra edad primitiva - la india - la renegamos; y el Medievo español apenas lo conocimos, pues de golpe y porrazo caímos en el bríc-à-brac de las democracias fabricadas como los carros Fords o el javón Palmolive.

FATALIDAD AMERICANA

Tenemos que hacernos el alma a gran prisa, lo mismo que los yanquis, y parece que para este grave asunto no sirve ni mucho ni poco el molde de la época. ! Menuda pretensión ser un moderno sin haber sido ni clásico ni un medieval! !Y tan orondos que andamos en nuestras universidades oficiales de haber tirado el latín, que a lo mejor nos significaba el contacto con dos edades ilustres, como quien dice, el atrapar el pecho materno y beber su leche, creadora del hueso y del músculo!
Por eso no soy, yo, amigo mío, eso que llaman una optimista. Hemos nacido con cierto pecado original que nos aplebeyará por cien generaciones conjuntamente la vida y las empresas; nacimos cortados de las líneas nobles que forman una verdadera casta. De ser hindúes, tendríamos un clasicismo en sánscrito; de ser chinos, nos ampararía el rocío de aquella vieja sagesse. Pero hemos querido este absurdo: renegar las dos culturas del Continente, despreciar el clasicismo español y adoptar para nuestra formación el bazar del siglo XIX. (Mudar de color).
En la Argentina ni en el Uruguay he visto una clase media tan absorbente, pues ella sabe allí que una evolución , y con más razón una revolución en almácigo, debe ser verticalmente dirigida a la redención del pueblo, aunque esos dos países carecen enteramente del pobrerío desnudo y descalzo que camina por las carreteras de Chile.
Me parece, amigo mío, que cuanto se dice del corazón encallecido y de la mentalidad social egoistona de nuestra clase rica, hay que decirlo también de la que viene en seguida, o sea, de aquella mitad de la clase media santiaguina. Y ya es necesario que la crítica social considere a nuestra clase, la suya y la mía, como partida en dos: la burguesía y la pobre, aquélla vuelta un costado de la plutocracia y ésta, una lonja superior del pueblo; no hablemos más de tres clases… sino de cuatro y aun de cinco, ya que la masa obrera aventaja enormemente en salario a la infeliz masa campesina. Más cómodo era tratar del país en las tres rayas clásicas, pero eso resulta bastante falso a estas alturas del tiempo…

LA TRADICION LIBERTADORA

Los lectores – no Ud.- dirán, leído lo anterior, que soy una pesimista radical, tan odiosa como algunos viejos conservadores de Chile. No tanto, no…
Paralela a la tradición española y a la india de matonismo impenitente, corre otra línea racial, camina otra raya tradicional bastante visible: la de los iberos pleitadores de sus fueros y que desde 2000 años han vomitado el liberticidio, desde los pastores iberos has los católicos vascos y los catalanes de índole provenzal. Y dentro de las masas indias aceptadoras del matón vernáculo o español, hubo siempre el indio indómito, el Xicostencatl que decía ¡no! con una terquedad de cactus americano sin manoseo sobre su cabeza libre y llena de púas.
En la vida americana, esta doble tradición libertaria se ha mantenido con una empecinada vitalidad; está intacta y yo creo que atenta; se parece a las aguas subterráneas: apenas echan seales de sí, pero no se han acabado, las muy preciosas…
Los apóstoles de la dictadura a toda costa, pueden engreírse de ver las pobladas a quienes convencen ( no es difícil embriagar a los pueblos, sean mestizos, sean caucásicos); pueden los envalentonados hacer todos sus cálculos y planear sus “buenas” venganzas. No conocen las entrañas de su América mestiza, como que no confiesan nunca su mestizaje. La verdad última, la que cuenta, es que ningún pueblo indoamericano dejó jamás de sentir repugnancia de su tirano o su tiranuelo, que siempre hubo un grupo – el de los tercos – que siguió el cortejo del vencedor diciéndole en una interjección o un rezongo mascullado alguna expresión mucho más clavadora que el “Acuérdate de que eres mortal”. La honra de nuestra historia es precisamente ésta: los países mestizos nunca dejaron de sentirse irritados, y cuando menos disgustados, del tirano benévolo y no digamos del perverso. Un desasosiego constante, un malestar vago o agudo, una sensación viva de vergüenza , acompañó siempre a los 21 pueblos nuestros que han subido la escala del absolutismo, desde el jalón más suave hasta el más agrio.
Yo, la pesimista, descanso en lo que me sé, ¡y no de oídas! Yo me fío a esa historia vista y leída, asistiendo a los preparativos de la nueva feria que trae cuatro o cinco modelos: el alemán, el soviético, el italiano y sus combinaciones. Y como creo a mi manera en la sangre, me alivio en la vigilia angustiada que vivo sobre esta almohada de nuestra tradición. La América mestiza produce hoy el mayor número posible de liberticidas; pero tarde o temprano amanece la sorpresa y llega el buen burlador parecido ¡él también a Zarathustra! Llega callado y solo, pero en poco tiempo es legión y hace su faena de limpieza.

LA UNIFICACION

Todavía es tiempo, amigo mío, de salvarnos con un poco de buena voluntad. Podemos aún revalidar nuestro régimen a base de anchas reformas que no lo hagan un aliado de la anarquía; o podemos optar por la adopción de una modalidad propia, en el caso de que nos decidamos a crear, dando la cara corajuda a cuantos riesgos trae consigo una creación. Para ello necesitamos aproximar a nuestros ácidos partidos políticos. Estamos en plena bandería y el espectáculo del mundo parece que no nos causase angustia alguna.
En la faena de unidad, Ud. y sus semejantes en espíritu tienen un lugar de todo derecho y bien podría decirse que un lugar excepcional. Porque Uds. no vienen marcados con las viejas culpas y tampoco sustentan la fe boba de los futuristas. Hay que decir, otra vez, que sus clásicos les han dado el recelo de la vejez - el clásico es el antiguo y nunca el viejo- y que les han puesto la narigada de sal de sensatez, a fin de que recelen mucho de las piruetas que pueden resultar mortales, coomo la del saltarín vanidoso.
En el impase en que nos hallamos, con dos frentes de anchura semejante y de testarudez parecida, se me ocurre que las almas de su categoría sean las tienen los labios más puros para pronunciar la palabra “unificación”, sospechosa en otras bocas, y la otra más alta de “unidad”.
Los acontecimientos, que llegan con una rapidez sólo parecida a la de los sueños, no pueden vernos defendidos sino a condición de que estemos acordados. Es difícil que una legión de traidores pueda hacernos más daño del que nos hace un millón de chilenos decididos a pelear… el poder que reparte los cargos públicos. Es un espectáculo que parece de tribus el que estamos dando a la hora en que a ningún pueblo con juicio le importa el partido A ni Z, porque no se discute en medio del fuego y, ante todo, es preciso salir de la hornaza para cambiar unas cuantas razones.
La frase de “Unión Nacional” ha servido en el pasado para muchísimas componendas feas, bien lo sabemos. Pero ahora no se trata de aquellas pobres malicias santiaguinas sino de salvarnos o de perdernos juntos, queramos o no entrar en la epilepsia del Viejo Mundo; amemos o detestemos al vencedor. Ningún bando tiene el derecho de disponer de nuestro destino colectivo y echarnos de bruces en su aventura, sólo por dar gusto a su doctrina, o a su vanidad o a su granjería. Estamos en algo parecido a una hora plebiscitaria, en la que cada chileno quiere hablar y ser oído y la única manera de sosegar esta ansiedad es el que se haga una pausa que dure mientras se liquida la catástrofe.
El nombre desprestigiado de “Unidad Nacional” se rehace de pronto como un cuerpo transfigurado, pierde su vieja miseria y logra un rostro conocido, el semblante de 1810, nada menos que eso. Vivimos la circunstancia mayor de hace 130 años. Tomar la posición entera de este concepto, vivirlo con todas las potencias, “realizarlo”, como dice el inglés, significaría para nosotros soltar la corteza envenenada de nuestra discordia y mudarnos de tal modo que pasemos a hablar, a hacer y a vivir, durante estos meses, de una manera absolutamente sensata.
Tenemos bastante olvidado el gran trance; lo celebramos sólo con algún pobre discurso diciochero y nos cuesta entender que los tiempos regresan como la marea y que vuelven trayendo los mismos quiebros abismales y la misma crestería amarga.
Le saluda agradeciéndole este libro claro como un diamante y lleno de lucidez viril, su amiga y paisana.

GABRIELA MISTRAL
         
         

jueves, 21 de enero de 2016

Radio Alas de Águila de Peñaflor acusa Discriminación.


COMUNICADO:
Este es el informativo de la Empresa de Ferrocarriles del Estado para aviso de RADIODIFUSION del Estudio de Impacto Ambiental del Tren Alameda Melipilla, al leer quedamos sorprendidos que Radio Alas de Águila 107.3 FM de la comuna de Peñaflor a sido Discriminada de comunicar la invitación a que cualquier persona, natural o jurídica pueda formular observaciones al Estudio de Impacto Ambiental ante el Servicio de Evaluación Ambiental. No entendemos cómo se dejó sin participación comunicacional a este medio que es el único en la comuna con más de 12 años en el aire.

Aviso de Radiodifusión
Estudio de Impacto Ambiental: Tren Alameda Melipilla
Ricardo Andres Silva
Representante legal
Empresa De Los Ferrocarriles del Estado
Región: Región Metropolitana de Santiago
Texto del aviso:
AVISO RADIAL (ART. 87º) “Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) informa a la comunidad que ha presentado al Servicio de Evaluación Ambiental Dirección Ejecutiva, el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto llamado Tren Alameda - Melipilla. El Proyecto considera el mejoramiento de la infraestructura ferroviaria existente entre la Estación Central y Melipilla, y la incorporación en dicho tramo de un nuevo servicio de transporte ferroviario de pasajeros de alto estándar en términos de seguridad y confort para los usuarios, permitiendo una disminución en los tiempos totales de viaje, en aproximadamente 2 horas diarias por pasajero. El flujo del tren será bidireccional, con una velocidad comercial de 80 km/h, pudiendo alcanzar una velocidad máxima de 120 km/h en tramos específicos del corredor Alameda-Melipilla. El Proyecto considera la remodelación y mejoramiento del haz de vías existente. Para ello, se construirán dos nuevas vías férreas electrificadas para transporte de pasajeros en el tramo Alameda Malloco y una nueva vía en el tramo Malloco Melipilla, considerando en total un recorrido de 61,5 km. La vía existente será rehabilitada para el servicio de carga. El proyecto también contempla la construcción de 11 nuevas estaciones para embarque y desembarque de pasajeros, pasos peatonales y cruces viales desnivelados entre Alameda y Malloco, y Malloco y Melipilla. Adicionalmente, se construirá un taller y subestaciones eléctricas para la operación del servicio. Los antecedentes del Proyecto se encuentran disponibles para consulta en la página web del Servicio de Evaluación Ambiental, www.sea.gob.cl y en el Servicio de Evaluación Ambiental Dirección Ejecutiva, ubicado en Miraflores 222, piso 7, Santiago. Además, estarán disponibles en las Ilustres Municipalidades de Estación Central, ubicada en Avda. Ecuador 3412, Of 4, en la Ilustre Municipalidad de Cerrillos, ubicada en Piloto Lazo 120, en la Ilustre Municipalidad de Maipú, ubicada en Calle Maipú 259, en la Ilustre Municipalidad de Padre Hurtado, ubicada en Camino a Melipilla 3295, en la Ilustre Municipalidad de Peñaflor, ubicada en Alcalde Luis Araya Cereceda 1215, en la Ilustre Municipalidad de Talagante, ubicada en Veintiuno de Mayo 875, en la Ilustre Municipalidad de El Monte, ubicada en Los Libertadores 531 y en la Ilustre Municipalidad de Melipilla, ubicada en Calle Silva Chávez 480. De acuerdo al Artículo 29º de la Ley Nº 19.300, cualquier persona, natural o jurídica, podrá formular observaciones al Estudio de Impacto Ambiental ante el Servicio de Evaluación Ambiental a través de su sitio web (www.sea.gob.cl) o bien en papel en las respectivas oficinas de partes del Servicio de Evaluación Ambiental Dirección Ejecutiva, ubicado en Miraflores 222, piso 7, Santiago. Para ello dispondrá de un plazo de sesenta días hábiles contados a partir de la fecha de la publicación del extracto del Proyecto en el Diario Oficial y en un medio de circulación regional o nacional, según sea el caso.”
Medio de radiodifusión:
Radio Manantial: Sintonía 102,9 FM; Radio Libertadores: Sintonía 106,5 FM; Radio Acuarela: Sintonía 105,3 FM; Radio Creativa: Sintonía 95,5 FM; Radio San Ignacio: Sintonía 107,9 FM
Bienvenidos al nuevo portal del Servicio de Evaluación Ambiental, usted está navegando en un portal más accesible, moderno, seguro y pensado en entregar información oportuna y relevante a la ciudadanía. Desde hoy comienza una marcha blanca, razón por la cual solicitamos a usted notificar sobre cualq…
SEA.GOB.CL