La expresión Todos Cubanos proclama que todos los hijos de este pueblo y sus descendientes, vivan dentro o fuera de Cuba, somos cubanos y somos hermanos y todos debemos poder vivir con libertad, con todos los derechos y fraternalmente, en esta tierra hermosa que Dios nos dio, construyendo una sociedad cada vez mas libre, mas humana y mas justa y abriéndonos a toda la humanidad, a todos los pueblos de todas las razas y culturas como la gran familia de la que formamos parte.
El pueblo de Cuba amanece a la nueva aurora de este año 2009, en silencio, sin hablar sobre su futuro, pero deseando que sea el comienzo de una nueva etapa en su historia.
La esperanza está en la buena voluntad de todos los cubanos, porque quieren y ya humanamente procuran, la reconciliación. Este es el signo de que el amor entre cubanos y a la Patria se impone sobre los prejuicios sobre el futuro y los juicios sobre el pasado. Las experiencias diversas vividas por cada cubano y por cada familia, no se pueden y no se deben ocultar, pero estas experiencias no deben enfrentarnos. Si no podemos ahora ponernos de acuerdo sobre el pasado, sí tenemos la responsabilidad de ponernos de acuerdo sobre el futuro. Y el futuro comienza ahora.
No renunciar a nuestros sueños, sino despertar para hacerlos realidad, todos unidos.
Y el mundo se está abriendo a Cuba y Cuba se está abriendo al mundo, pero la primera justicia es que Cuba se abra para los propios cubanos.
La liberación de los encarcelados en Cuba por motivos políticos será el comienzo de esa justicia para todo el pueblo.
Sólo reconociéndonos como hermanos, hijos de un mismo pueblo, podemos edificar por nosotros mismos, esta nueva etapa de nuestra historia y entregarles a nuestros hijos, a los jóvenes y niños su propio tiempo, en un país libre y en paz y en una sociedad sin odios, ni miedos, ni discriminaciones de ningún tipo. Pero los jóvenes no deben ser espectadores, sino que están llamados a ser protagonistas, no los únicos, pero si los mas dinámicos, creativos, audaces y generosos de este proceso de diálogo al que llamamos Todos Cubanos.
Este Diálogo Nacional será un camino bueno para todos los cubanos y trabajaremos con transparencia y lealtad para lograr su realización, sin excluir a ningún cubano que quiera participar en este proceso pacífico y reconciliador por los cambios que el pueblo quiere y necesita. El resultado de este diálogo serán los derechos y el bienestar para todos, inclusive para los que no quieran participar o rechacen el diálogo. Será un gran bien para el pueblo si el gobierno acepta e impulsa este diálogo y participa. Las autoridades deben poner en función de este proceso todos los recursos, medios de difusión y espacios que pertenecen al pueblo para que todos puedan expresarse libremente.
Lograr este diálogo y que produzca los frutos esperados también es responsabilidad de todos los que formamos la oposición democrática pacífica dentro y fuera de Cuba y de todos los cubanos, sin exclusiones, que tengan la voluntad de trabajar en lo adelante en este proceso pacifico y cívico.
Debemos recordar que los derechos de los cubanos no pueden depender de la realización de este diálogo, ni ser decididos en este. Los cubanos tenemos derecho a los derechos porque somos seres humanos, hijos de Dios todos, y por eso tenemos una dignidad y libertad que nadie puede quitarnos ni darnos. Por eso debe continuar y continuará la campaña del Proyecto Varela en la que los protagonistas son los propios ciudadanos y demandan que en las leyes y en la práctica se garanticen los derechos fundamentales. El Proyecto Varela no es el único camino, ya que el Diálogo Nacional y otras vías pacíficas, pueden lograr los mismos objetivos. Pero la campaña del Proyecto Varela continuará mientras no se logren sus demandas. Esto es indeclinable, porque los derechos de los cubanos no son negociables.
Para hacer realidad este diálogo es necesario el encuentro personal. Por eso debemos tener encuentros entre los miembros de la oposición democrática y también debemos encontrarnos con representantes del gobierno.
LLAMAMIENTO AL DIALOGO NACIONAL
_ Llamamos al Gobierno cubano y a los representantes de la oposición democrática a organizar juntos y realizar un diálogo para abrir el proceso de cambios pacíficos en las sociedad cubana. La meta principal de este diálogo será garantizar en la ley y en la práctica el ejercicio de los derechos políticos y civiles de los ciudadanos y los demás derechos humanos y la participación democrática, en ese proceso de cambios, de todos los cubanos, en un ambiente de libertad y reconciliación. La etapa de diálogo entre el gobierno y la oposición democrática, que es una parte del Diálogo Nacional, sólo será posible después de la liberación de los que permanecen encarcelados en Cuba por motivos políticos.
_ Llamamos a todos los miembros de la oposición democrática pacífica dentro y fuera de Cuba a que concertemos una base común y designemos una representación que pueda presentar al gobierno, a toda la sociedad civil y al pueblo de Cuba sus propuestas para este diálogo.
_Llamamos a todos los cubanos, que viven dentro y fuera de Cuba a que apoyen e impulsen este proceso de diálogo y a que participen con pleno derecho y responsabilidad.
_ Llamamos a todas las iglesias, a sus Obispos, pastores, sacerdotes, religiosas,
religiosos y laicos y a todos los miembros de organizaciones fraternales, asociaciones y organizaciones sociales y a todos los miembros de la sociedad civil a que participen en este Diálogo Nacional, lo apoyen, lo promuevan con su expresión pública y a que ofrezcan su cooperación para facilitar su realización.
_ Llamamos a todos los gobiernos instituciones y ciudadanos del mundo a que apoyen al pueblo cubano en este proceso de diálogo que busca darle la voz al propio pueblo. Esa es la solidaridad que necesita Cuba ahora y será la mejor muestra de respeto al derecho de autodeterminación de los cubanos.
LINEAS DE ORIENTACION PARA EL DIALOGO NACIONAL
Para la realización de este Diálogo Nacional proponemos las siguientes Líneas de Orientación.
I. El espíritu del diálogo:
Abrir los corazones y las mentes movidos por el amor a la Patria y reconocernos como hermanos. El diálogo no es para una distribución del poder, ni para negociar posiciones, sino para servir al pueblo sembrando el perdón y la reconciliación entre cubanos y trabajando juntos por un futuro mejor. Todos tenemos la responsabilidad de escuchar a los demás y el derecho de ser escuchados y tomados en cuenta. Todos los cubanos, vivan dentro de Cuba o en el exterior, como un solo pueblo, sin exclusiones, pueden participar con plenos derechos en este proceso pacífico y por la paz, por la libertad y los derechos, con todos y para el bien de todos. Somos los cubanos los protagonistas de nuestra propia historia y los únicos que podemos diseñar y protagonizar nuestro proyecto nacional en nuestra Patria soberana e independiente. La etapa de este Diálogo Nacional en la que trabajaran juntos representantes del Gobierno y la Asamblea Nacional del Poder Popular con representantes de la oposición democrática sólo comenzaría si antes son liberados todos los que están encarcelados en Cuba por motivos políticos.
II. Los Objetivos del Diálogo Nacional:
1. Lograr la meta principal definida en este Llamamiento al Diálogo Nacional. Darle al pueblo lo que es del pueblo. Trabajar juntos el gobierno, la oposición democrática pacífica y otros miembros de la sociedad civil y todos los cubanos, sin ruptura del orden, ni de la institucionalidad, para echar a andar un proceso en el que se puedan transformar, rápidamente, las leyes para que estas garanticen el ejercicio de todos los derechos civiles y políticos, entre estos la libertad de expresión y la libertad asociación con respeto al pluralismo. También para garantizar el derecho de todos los cubanos a viajar libremente desde y hacia Cuba, vivan dentro o fuera del país.
2. Presentar para su aprobación en la Asamblea Nacional del Poder Popular una nueva ley electoral y la recomendación de una Comisión Electoral, para que entonces se convoquen a nuevas elecciones libres y democráticas. De tal manera que los cubanos, ejerciendo plenamente sus derechos a través de sus nuevos representantes, participando en el dialogo nacional o por otras vías cívicas, puedan definir y decidir soberanamente sobre todos los cambios en las leyes y en la Constitución y diseñar y realizar el proyecto nacional para la nueva etapa de nuestra historia.
3. Propiciar un ambiente y un marco legal de respeto a la pluralidad, de paz, de orden, de participación ciudadana y reconciliación entre los cubanos superando rencores, miedos, exclusiones y fomentado la confianza sobre la base de la buena voluntad.
III. Método de Trabajo
_ Un Equipo Gestor Inicial formado por algunos miembros de la oposición democrática y de otros miembros de la sociedad civil, realizará los contactos para lograr la participación más amplia de este sector y de otras componentes de la sociedad civil que quieran trabajar en el diálogo para logar la meta inicial proclamada en el Llamamiento al Dialogo Nacional.
_ Este quipo propondrá una metodología de participación para definir las propuestas básicas que este sector de la sociedad llevaría a los encuentros con los representantes del Gobierno, siempre con el objetivo transparente de lograr la meta inicial definida en el Llamamiento.
_También se podrán proponer otros objetivos que vayan encaminadas a reforzar y ampliar esa meta.
_ En los contactos y encuentros que se realicen dentro de la oposición democrática y otras componentes de la sociedad civil, dentro y fuera de Cuba, se definirá la forma de designar los representantes de este sector que participarían en el diálogo con el Gobierno.
_ La metodología de trabajo para el Dialogo Nacional deberá ser acordada entre sus participantes.
MOVIMIENTO CRISTIANO LIBERACIÓN
LA HABANA 19 DE ENERO DE 2009